Una grave denuncia interpuso el Alcalde de Calamar, contra personas indeterminadas ante la Fiscalía en Cartagena, porque mediante la falsificación de su firma y suplantación, intentaron sustraer de las cuentas de la Alcaldía Municipal cerca de 800 millones de pesos.
Alejandro Arrázola Carrasquilla, mandatario del municipio, declaró que hasta ahora dio a conocer los hechos para no entorpecer las investigaciones, pues el suceso fue descubierto el pasado 28 de febrero, justo antes de que se iniciaran los carnavales de Barranquilla.
Según el mandatario, funcionarios del banco BBVA en La Arenosa, que es donde están registradas las cuentas de la Alcaldía, recibieron una autorización escrita, supuestamente con su firma y la del tesorero Ramón Reales Molinares, para hacer dos traslados de los $800 millones a dos cuentas corrientes.
“Uno de los funcionarios del banco, quien es la persona con la que hablo frecuentemente, recibió una llamada supuestamente desde mi celular, en la que yo le pedía el favor de que hiciera efectiva las transacciones teniendo en cuenta las autorizaciones que se habían enviado. Esa persona se percató de que la voz no era la mía, sin embargo, le siguió la corriente y le pidió el favor de que era necesario estar presente para poder hacer ese débito con esa suma tan grande”, indicó el Alcalde de Calamar.
Arrázola Carrasquilla sostuvo que ante la duda de la gerencia del banco decidieron llamar a su hija, Alicia Arrázola, para corroborar la información.
“Una vez me informó mi hija, me di cuenta de que lo que intentaba hacer era un fraude. Me comuniqué con la entidad financiera y les dije que yo no había autorizado tales transacciones, e inmediatamente salí de Cartagena, donde me encontraba, hasta Barranquilla, para ponerme al tanto de la situación”.
Justo ese día, según el Alcalde de Calamar, su número de celular había amanecido sin señal, por lo que presume que le fue clonado o alguien fue a las oficinas de Claro para pedir una nueva simcard. “También le exigí una explicación a Claro sobre qué pasó con mi número de celular y me enviaron una respuesta que no me tiene muy satisfecho. También procederé a entablarles una demanda para que se inicie una investigación y respondan”, precisó.
Añadió también que un yerno suyo marcó, ese mismo día, al número celular de su propiedad y le respondió una persona que se identificó como Alejandro Arrázola. “Él le dijo, usted no es el Alcalde de Calamar, colgaron el teléfono y desde ese momento se iba a buzón y no lo respondieron más”, concluyó.
Sin explicación
El alcalde Arrázola Carrasquilla expresó que por razones de salud y para el manejo de los recursos financieros decidió reemplazar su firma a mano por un sello con su firma original el cual siempre permaneció bajo su custodia y él es el único quien lo utiliza.
“No obstante todas y cada una de las transacciones, cheques, giros o autorizaciones, requerían, además del sello, la firma autógrafa del tesorero Ramón Daniel Reales Molinares. No me explico cómo hicieron todo eso”.
Renunció tesorero
Días después de ocurridos estos hechos, Ramón Daniel Reales Molinares, tesorero, quien ya estaba al tanto de la situación presentó su carta de renuncia al cargo.
La carta con fecha de 17 de marzo, el hoy extesorero, explicó las razones de su dimisión: “La administración no ha cumplido con las expectativas creadas” y “la falta de ejecutorias en materia de inversión social”.
Señala el exfuncionario, en el documento que envió a este medio la Veeduría “Calamar diferente”, que otra razón para no seguir con la Administración es que los hijos del mandatario “se creen con el derecho de coadministrar el municipio”.
La comunidad de Calamar solo espera que se aclaren estos hechos, en donde los únicos perjudicados serían todos los moradores.
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