La familia de Ligia* está destrozada, la adolescente que habría sido violada por dos sujetos en el municipio de Calamar el pasado domingo. Durante una marcha realizada ayer en esta población, a varios de ellos se les notaba la impotencia, la tristeza y la rabia por lo sucedido.
El municipio se unió y se calcula que más de mil personas, entre estudiantes de instituciones educativas, profesores, familiares, amigos, funcionarios públicos, entre otras personas, salieron a protestar y a alzar su voz de rechazo contra este y otros hechos de iguales características en las últimas dos semanas. La sensación, además de respaldo a las víctimas, era de sed de justicia y de exigir la captura de los responsables.
Esa fue la consigna de toda una comunidad que no se cansó de reclamar durante todo el trayecto de la marcha, que se desarrolló entre 8 y 10 a.m., acciones contundentes de parte de las autoridades.
¿Por qué suceden estas cosas? ¿Por qué aún no hay capturados? ¿Dónde está la justicia en este municipio? Eran algunas de las preguntas que se hacían los familiares. “Son tres casos y lo más triste es que no pasa nada. Los culpables andan por ahí como si nada”, expresó un manifestante.
El rechazo era generalizado. “Ella es una niña muy bien criada. Aquí todo el mundo lo sabe porque sus padres son cristianos y le han inculcado valores”, exclamó otra de las personas que caminaba por la plaza.
Una versión de este lamentable hecho dice que *Ligia y su novio estaban a la entrada del municipio en una moto cuando se les aparecieron dos sujetos que los amenazaron con cuchillos. Los obligaron a seguir hasta una zona enmontada. Lo que parecía ser un supuesto robo, se terminó convirtiendo en un abuso sexual contra la niña. Al novio de la joven lo amarraron y le taparon la cara.
Indignación
Las consignas fueron muchas y en las carteleras que se llevaron durante la marcha se podía leer el rechazo y la exigencia de la comunidad pidiendo capturas y un pronunciamiento serio de parte de las autoridades sobre, no solo estos casos, si no muchos otros que han ocurrido desde el 2013.
Tedwin Herrera Hernández, docente de la Institución Educativa Francisco de Paula Santander, expresó su indignación y aseguró que la iniciativa nace porque la misma comunidad decidió no estar más callada frente a estos hechos.
“El pueblo ha permanecido callado ante este flagelo que nos ha venido azotando. Pero estos últimos hechos nos dieron la fuerza para no seguir callando, y esto de hoy (ayer) es algo monumental. Eso quiere decir que estamos despertando y el pueblo está dispuesto a hablar”, aseguró.
Añadió que lo que más le indigna a la comunidad es el sistema judicial. “Las denuncias están hechas, pero desafortunadamente nuestro sistema de justicia es muy laxo. Capturan a los responsables y al día siguiente salen. Esta es nuestra realidad y no podemos ser los convidados de piedra. No más niños ni personas violadas”.
Leidi Johana Giraldo, estudiante la Institución Educativa Francisco de Paula Santander, indicó que los jóvenes ya no quieren ni salir de sus casas por temor a ser asaltada por los antisociales. “Ya no podemos sentarnos en un parque. Estamos exigiendo justicia, hoy fueron ellos y mañana puede ser una de nosotras. Pedimos que esto no quede impune”.
Por su parte Zoila Ospino Castillo, residente del corregimiento El Yucal, aseguró que en esa comunidad también hay indignación por el caso de una violación de una estudiante por parte de sus compañeros. “Necesitamos que la justicia resuelva este problema. Que nos ayuden a controlar esta situación que se ha salido de las manos. Estamos desesperados”, exclamó.
Habla el alcalde
El alcalde de Calamar, Yesid Jassir Vergara, también apoyó la voz protesta de la comunidad y de la misma manera le exigió a la Policía y a la Fiscalía que generen los resultados lo más pronto posible. “Todos estamos consternados con esta situación. Hicimos un consejo de seguridad y la Policía y la Fiscalía ya tienen conocimiento de estos temas, por lo que exigimos poner mano dura. Esperamos que ellos nos den los resultados pronto y se capturen a los responsables. Se lo exigimos nosotros y toda la comunidad de Calamar”.
Añadió que su administración ha hecho gestiones ante el Comando de Policía de Bolívar para el aumento en el pie de fuerza para la población y esto no ha sido posible. “Tenemos una dificultad con el sitio donde está la actual estación de Policía. Ese predio está embargado y así no se le pueden hacer inversiones. Estamos buscando un predio para presentar un proyecto para construir una nuevas estación más amplia para poder albergar más uniformados”.
“Fiscalía de Turbaco, lenta”
El personero de Calamar, Jaime Mier Sierra, explicó que su mayor preocupación está en que una vez se hacen las denuncias en la Fiscalía de Calamar, estas pasan a la Fiscalía de Turbaco “y allá eso va muy lento y es a ellos a quienes les corresponden estas diligencias. De los 14 o 15 casos que se han denunciado en los últimos años, no conocemos que haya si quiera una imputación de cargos ante un juez contra algún responsable”.
Ante esta situación le solicitó “al Fiscal de Calamar que, a prevención, asuma estos procedimientos, pues la ley lo faculta y así se pueden agilizar estos procesos. Una vez se adelanten las comisiones de trabajo, cuando le toque al fiscal competente ya habrá elementos materiales probatorios para solicitar las capturas”, destacó.
Los casos
l primer caso de abuso contra una menor se registró el pasado 12 de agosto cuando una niña que cursa sexto grado en la Institución Educativa Técnica y Agropecuaria de El Yucal, fue abordada al terminar la jornada escolar por un grupo de estudiantes que la condujeron a una zona enmontada en donde la habrían violado. Otro caso se presentó en el corregimiento de Barranca Nueva donde una menor de 14 años habría sido abusada por desconocidos, según informó el personero del municipio, Jaime Sierra.
*Nombre cambiado.
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