Con el conversatorio “Tejiendo sueños y sabores de paz”, la Defensoría del Pueblo Regional Bolívar y la Escuela Latinoamericana de Cooperación y Desarrollo (Elacid), conmemoraron el Día Internacional de los Derechos Humanos y rindieron homenaje a las mujeres tejedoras de Mampuján, ganadoras del Premio Nacional de Paz. Lea aquí (Mujeres de Mampuján ganan Premio Nacional de Paz)
El evento se realizó desde las 4 de la tarde del pasado jueves, en el Centro de Formación de la Cooperación Española (CFCE), y contó con la participación de Alexandra Valdés, Ledis López y Juana Ruiz, lideresas del proceso que ayudó a las comunidades de los Montes de María a superar el dolor de la guerra.
Bajo la conducción de Claudia Ayola, columnista y exsecretaria de Víctimas y Derechos Humanos de la Gobernación de Bolívar, las mujeres contaron cómo se organizó la iniciativa “Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz de Mampuján”, de la Asociación para la Vida Digna y Solidaria (Asvidas).
“Mampuján (corregimiento del municipio de Maríalabaja) fue desplazado en su totalidad, 245 familias en un solo día, el 11 de marzo del año 2000. Yo ese día no me desplacé porque estudiaba en Barranquilla y vivía allá”, dijo Juana Ruiz.
“Cuando ocurre esto -anotó- toda la comunidad pasa a unos albergues (...) Allí, esa gente que era organizada, cariñosa, por las secuelas que deja el conflicto, comienza a tener problemáticas, contiendas y divisiones. Conocimos esa situación y, como por naturaleza somos líderes, comenzamos a trabajar para superarla”.
Juana narró que con esa meta, “nos encontramos con Ricardo Esquivia Ballestas, director de la Fundación Sembrando Semillas de Paz, y le pedimos que por favor nos ayudara. Él nos dijo que organizáramos una asociación, y entonces nació Asvidas, liderada por hombres, las mujeres quedamos a un lado”. Sin embargo, “como estábamos agrupadas en forma diferenciada, le dijimos a Esquivia que nos mandara una sicóloga”.
Es así como en el año 2005, las mujeres de Mampuján conocen a una sicóloga y artista de telas, proveniente de El Salvador.
“Comenzamos a trabajar el tema de la sanidad después de haber vivido el trauma para ocultar las agresiones. En esas terapias hubo llanto, dolor, comenzamos a explorar y finalmente terminamos libres”, destacó la lideresa.
Siguió otra terapia que no gustó mucho. “Todos los días iban desertando mujeres. De 30 pasamos a 20, y la sicóloga me dijo “estoy frustrada, cómo hago”, y le sugerí que hiciéramos historias donde nos viéramos reflejadas, que de pronto eso nos animaba. Eso se llama técnica de aplique”.
Juana contó que “empezamos a narrar historias y una de nosotras tenía que llevar una cartulina blanca. Íbamos dibujando, cuando se terminaba mostrábamos y contábamos la historia, pero ya no llorábamos sino que nos comenzó a dar risa porque si la persona era flaca quedaba gorda, si era bajita quedaba alta”.
“Pasamos a trabajar en telas, -continuó- a veces las personas lloraban, pero ahí fuimos construyendo confianza para dialogar, que es lo que el conflicto rompe, y decir cosas que antes no queríamos que nadie supiera, porque eso dejó golpes y violencia de todo tipo”.
TELARES DE RECONCILIACIÓN
Aquellos telares hablaron primero de sufrimiento y luego de reconciliación, paz y defensa de los Derechos Humanos.
Juana manifestó que por el alivio que generaba el contar historias en telas, “decidimos salir y contarle a otras mujeres. Fuimos a Tolú Viejo, Maríalabaja, y alrededor de las iglesias a educar formadores. Había gente que no creía, pero comenzamos a mandar telares a Canadá, Irlanda del Norte y Estados Unidos, a hacer obras con cosas feas que contaban las mujeres y niños víctimas de abusos sexuales, masacres, y así fuimos creciendo y llegando a muchos lugares”.
CON CIERRE MUSICAL
A la celebración se unió el grupo musical “Las mujeres de mi tierra”, conformado por cartageneras, cuya pasión son los ritmos y melodías de música tradicional de la Costa Caribe colombiana.
SOBRE EL PREMIO NACIONAL DE PAZ
La Asociación para la Vida Digna y Solidaria (Asvidas), con su iniciativa ‘Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz de Mampuján’; y el general (r) Rafael Colón, fueron los ganadores de la decimoséptima versión del Premio Nacional de Paz, que se entregó la noche del pasado 18 de noviembre.
Dicho premio, que se entrega desde 1999, busca dar a conocer y resaltar la importancia de la construcción de paz, la recuperación de la memoria histórica, el apoyo a víctimas y la reconciliación en Colombia.
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