A los habitantes de Cantagallo los salvó estar en la otra orilla. Aunque desde el miércoles en la noche se suspendió la pesca y parte de la navegabilidad por el río Magdalena tras la ruptura de un tubo que conduce petróleo en Puerto Wilches, autoridades de riesgo descartaron que el crudo pueda llegar a la margen izquierda del afluente, donde está asentado este municipio bolivarense.
“Hasta el momento no se han presentado afectaciones en Cantagallo, porque Ecopetrol ha tratado de mantener el crudo en una zona reducida, impidiendo que se pase hasta la margen izquierda, donde está Bolívar”, aclaró Hugo Benítez, director de la Unidad departamental para la Gestión de Riesgos y Desastres.
El miércoles se había ordenado el cierre de las bocatomas de los acueductos del sur de Bolívar, como Cantagallo, San Pablo, Simití, Norosí y Barranco de Loba, para evitar que los habitantes consumieran agua contaminada, pero esta medida se levantó tras un sobrevuelo que al parecer demostró poca afectación.
Suspendidas pesca y navegabilidad
El gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, instó a Ecopetrol a resolver la emergencia lo más pronto, pues aunque el crudo no llegó al departamento sí está afectando a los pescadores.
Jerardo Amador, habitante de Cantagallo, aseguró que hasta ahora han sufrido por la suspensión de la pesca y la restricción de navegación en el río.
“Nos dijeron que no debíamos pasar por esa zona del río Magdalena, porque las naves pueden ayudar a extender la mancha de petróleo, así que estamos quietos con eso, pero por lo demás acá todo está normal”, describió Amador.
El control
La zona más afectada por la emergencia es Puerto Wilches, en Santander, donde Ecopetrol atiende la emergencia en las líneas técnica, humanitaria y ambiental. Para ello instaló 100 metros lineales de barrera en cinco puntos, para recoger el crudo, suspendió la captación de agua en los corregimientos de Paturia y Vijagual e instalaron puestos médicos de atención para identificar signos de alarma por contaminación.
Comentarios ()