El proceso de estudio para iniciar la restauración del Canal del Dique arrancó y de inmediato se comenzó a dar a conocer.
Esta primera actividad se realizó durante un conversatorio el martes por la tarde en Calamar (Bolívar), ante representantes de las comunidades residentes en las riberas del Canal y que fue organizado por la Corporación Desarrollo y Paz.
Durante el conversatorio del estudio de los diseños para la ejecución del proyecto de restauración del Dique y de eliminación de sus aportes de sedimentos a la bahía de Cartagena, las comunidades de esta zona exigieron que se consideren todos sus sugerencias para que la obra sea un éxito y no les afecte.
Víctor Manuel Ibarra, representante legal de la Cooperativa de Pescadores de Soplaviento, señaló que es importante que por fin se le haya prestado atención al problema del Canal del Dique, pero que también es vital un diagnóstico serio, donde se plasmen las verdaderas necesidades de las poblaciones de sus riberas.
“Las ciénagas en los alrededores del Canal del Dique son las principales afectadas con la arremetida de las inundaciones; a eso se suma la contaminación, lo que hace que se genere sedimentación y de esta manera se perjudica la actividad pesquera, afectando a miles de familias”, dijo el líder.
El proyecto
La navegabilidad, la regulación de los caudales y la disminución del riesgo de inundaciones y de aportes de sedimentos son, entre otros, los objetivos más importantes del proyecto de Restauración Integral del Sistema del Canal del Dique.
Así lo dio a conocer Carmen Arévalo, gerente del Fondo Adaptación, en la intervención que hizo en Calamar ante representantes de las comunidades. Allí se escucharon, de primera mano, las inquietudes de los pobladores de los municipios del Atlántico y Bolívar que comparten los 117 kilómetros que tiene el Canal del Dique.
En este proyecto inicial, el Gobierno nacional tiene programado invertir más de 50.000 millones de pesos en los trabajos de estudio y diseño que se realizarán en todo este brazo del río Magdalena, que tendrá una duración de unos 25 meses. La firma Royal Haskoning DHV, de Holanda, y Gómez Cajiao, de Colombia, son las encargadas de dicho proceso de estudio y diseño.“Este grupo de profesionales tiene la misión de reconocer en unos cuatro meses, lo que se puede hacer en obras de reforzamiento de las estructuras de control de inundaciones antes que se inicien de lleno los trabajos”, aseguró Arévalo.
El alcalde de Calamar, Alejandro Arrázola, anfitrión del encuentro, precisó que “si este proyecto se lleva a cabo es la redención para toda la zona que cruza el Canal del Dique. La pesca, ganadería y la agricultura son las más perjudicadas, puesto que han desaparecido mucho en la zona. Ojalá sea de utilidad para las comunidades”.
Resaltó el mandatario local que el estudio se proyectó cuando Andrés Uriel Gallego era Ministro de Transporte “pero no se cristalizó. Creemos que con las nuevas intenciones del Gobierno se van a cristalizar y la señora Carmen Arévalo lo sacará adelante, ya que Calamar tiene una vasta zona que se inunda y se requiere de este proyecto”.
Acompañamiento
Para el padre Rafael Castillo, director de la Corporación Desarrollo y Paz “este espacio fue fructífero para la misma comunidad, porque es un proceso participativo”. Además, destacó que “lo que queremos es que este proyecto sea una realidad donde se beneficien todos. Hay un gran compromiso del Fondo Adaptación, teniendo en cuenta los objetivos fundamentales”.
El Canal del Dique tiene 117 kilómetros que van desde Calamar hasta la bahía de Cartagena. El proyecto para los estudios y diseños de obras para normalizar el Dique y para controlar sus aportes de sedimentos a las ciénagas, parques naturales y a la bahía de Cartagena costará más de 50 mil millones de pesos.
El alcalde de calamar, Alejandro Arrázola; Carmen Arévalo, gerente del Fondo Adaptación; monseñor Jairo Jaramillo, de la Arquidiócesis de Barranquilla; y el padre Rafael Castillo, durante la socialización del proyecto.
José Barcasnegras, pescador de San Cristóbal.
“Aquí lo que hay es que tener en cuenta la opinión de la comunidad, que sabe dónde están los puntos críticos y somos los que conocemos dónde están los problemas y estaremos seguros que nos perjudicarán”.
Miguel Salas,pescador de Las Piedras.
“Lo importante es que exista la colaboración, para que las ciénagas puedan volver a recuperarse porque de eso vivimos mucha gente. ¿Qué hacemos si se hacen los estudios y no nos atienden?
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