“Si no pescamos no hay comida. Y de qué vamos a vivir”, eso fue lo que se escuchó decir a más un pescador ayer mientras esperaban pacientemente al gobernador de Bolívar Dumek Turbay Paz, en la Casa del Pescador en Marialabaja.
La preocupación de las más de 200 personas que se congregaron ayer giraba en torno a la alerta que emitió la Corporación Autónoma Regional del Dique (Cardique) de prohibir la compra y venta del pescado que es sacado de la Ciénaga de Marialabaja, ante una posible contaminación.
“Cardique aún no nos dice a nosotros qué es lo que pasa en la ciénaga; toma la medida de prohibir la comercialización de los peces, que la anuncia a través de El Universal, y no la socializa primero con los pescadores para determinar las medidas y alternativas qué hay que tomar. Ante esa situación la comunidad entra en un desespero, pues si no pescan qué van a comer”, indicó Miguel Gutiérrez, uno de los representantes de los pescadores.
El líder agradeció la presencia del gobernador de Bolívar, quien ayer, antes de reunirse con los pescadores, realizó un recorrido por la ciénaga y evidenció la magnitud de este fenómeno que hoy está afectando a más de 600 familias de Marialabaja y su zona rural, que por años han dependido de ese cuerpo de agua.
Una vez el gobernador Turbay Paz llegó a la Casa del Pescador escuchó las peticiones de las familias afectadas, quienes redactaron un documento que le entregaron para que agilice las ayudas con el fin de que no se vean afectados sus ingresos.
“Tras realizar una evaluación y un balance de las afectaciones, y habiendo hablado con la gran mayoría, concluimos que más de 100 mil peces se han muerto desde que se inició este raro fenómeno en donde le aparecen unas raras manchas a los peces”, explicó Miguel Gutiérrez.
Otras de las conclusiones, que según Gutiérrez se ha hecho, es que desde que se inició la mortandad las pérdidas económicas podrían superar los 900 millones de pesos. “Ya que son familias de Puerto Santander, Correa y San Pablo, entre otras. Entonces lo que la comunidad pide es una estabilidad económica mientras se inicia la recuperación de la ciénaga”.
Llegarán las ayudas
El gobernador de Bolívar llegó ayer a las 9 a.m. y tras reunirse con el alcalde de Marialabaja, Carlos Coronel; el director de Cardique Olaff Puello; el comandante de la Policía de Bolívar, coronel Víctor Gómez, procedieron a hacer un recorrido.
Tras escuchar a los pescadores, el mandatario de los bolivarenses se comprometió, una vez consolidado el censo el cual realizará la Alcaldía, a entregarles ayudas consistentes en alimentos a las familias afectadas y otra clase de provisiones.
“Lo que aquí es claro es que hay una situación de calamidad. No hay ingresos económicos de las familias porque no hay pesca. En esta visita venimos a plantear soluciones en armonía con la Alcaldía y es una situación calamitosa a la que tenemos que darle algún tipo de solución, y sabemos que los mismos pescadores nos van a ayudar”, indicó el mandatario.
Destacó el trabajo de Cardique que ya hace las investigaciones necesarias para establecer qué es lo que está originado las muertes, teniendo
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