A los estudiantes de la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo y a su cuerpo de docentes les volvió el “alma al cuerpo”. Esto luego de que el mismo gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz, ordenara que el mobiliario (sillas, escritorios, entre otros materiales) que fueron entregados a este plantel por “equivocación” y que el pasado viernes tuvieron que devolverlos, regresara a este colegio para el disfrute de todos.
Como se recordará, este medio conoció un video difundido por las redes sociales en el que el rector de la institución educativa, Geovani Cogollo Moreno, mostró su indignación por la situación incómoda que tuvo que vivir con los cerca de 270 alumnos de la sede Colonia Escolar de Vacaciones, pues ya habían iniciado clases y todos estaban contentos por estar estrenando sillas.
Las clases fueron suspendidas porque no tenían sillas y el directivo, en solidaridad con su cuerpo de docentes y alumnos, decidió trabajar de pie en su escritorio para atender a la comunidad.
Luego de que El Universal publicara ayer esta información, el gobernador Turbay Paz, indicó que tras desautorizar a su secretario de Educación, Óscar Marín, determinó que todo el mobiliario debía regresar a la institución. “Las sillas del colegio Alfonso López Pumarejo se quedan allí. Si llegaron a la institución, aún por error, no debieron salir de allí. La alegría de los niños de ese colegio es la que queremos generar en muchas instituciones educativas en Bolívar por lo que nos hemos propuesto invertir cerca de mil millones de pesos en mobiliarios, y mejoraremos los ambientes educativos”, aseguró el mandatario, quien pidió excusas a toda la comunidad estudiantil.
Por su parte, el rector sostuvo que “quiero agradecer al gobernador de Bolívar en nombre de los estudiantes, padres de familia y comunidad en general, conocemos de su gran interés por mejorar la calidad de la educación y estas dotaciones estimulan. A pesar del suceso, devolvimos las sillas pensando que las nuestras iban a llegar porque ese había sido su compromiso con esta comunidad”.
Al colegio regresaron 345 sillas, 240 mesas, seis tableros y siete escritorios completos para docentes.
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