Los enfrentamientos y riñas entre jóvenes en riesgo o pandillas prendieron nuevamente las alarmas entre la población de Arjona. El pasado 1° de enero, cuando a penas iniciaba el 2016, dos jóvenes fallecieron por enfrentamientos entre estos grupos.
Cuenta la comunidad que después de esos hechos hubo otra serie de riñas entre estos grupos. Los arjoneros dicen sentirse inseguros, tanto que en cualquier lado pueden darse los enfrentamientos y estos podrían dejar personas heridas o muertas, que nada tendrían que ver con tal situación.
Todos exigen más autoridad para frenar este flagelo que hoy tienen a muchos en zozobra e incertidumbre. “Ya da hasta miedo ir a ciertos barrios porque uno no sabe si lo alcanza una bala o se encuentra con una pelea de estas a cualquier hora”, dijo un desprevenido mototaxista que se encontraba en la plaza de Arjona.
Muchos piensan que la solución es aumentar el pie de fuerza policial y dedicar un grupo especial para que se capturen a todos sus integrantes; otros creen que si en Cartagena no se han acabado, en Arjona mucho menos; sin embargo, hay quienes piensan que la falta de oportunidades es la consecuencia de que los jóvenes se vean abocados a formar esos grupos.
Carlos Paternina, morador de Arjona, indicó que “el problema de los pandilleros es serio. Yo no veo la solución, pues eso es más un problema cultural y si en Cartagena no han podido aquí tampoco creo”, sostuvo.
Sin embargo, José Pérez, otro habitante de la población, precisó que la solución es dedicarle más tiempo a los niños y a los adolescentes, “con la parte cultural, con la parte deportiva y la educación. Hay muchos jóvenes sin estudiar, sin hacer cosas importantes. Eso conlleva a que todos los fines de semana estén ingiriendo licor y se reúnan en grupos y el resultado es que se formen este tipo de desórdenes en el municipio”.
“Les voy a dar la mano”
La recién posesionada alcaldesa de Arjona, Esther María Jalilíe, argumentó que es una problemática a la que poco se le prestó atención y por ello el primer gran paso es establecer comunicación directa con ellos y darles una mano para que salgan adelante.
“Vamos a iniciar diálogos con ellos; mirar qué es lo que ellos esperan. Pues, a veces, uno cree que una cancha de fútbol es la solución y resulta que ellos están esperando otra cosa. Hay que concertar con ellos algunas políticas que, inclusive, ellos mismos puedan liderar. Con algunos de ellos hablé en campaña, pero ahora como Alcaldesa voy a hablar con todos”, precisó la mandataria.
Explicó que precisamente se creará la Secretaría de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Posconflicto, un área que se dedicará no sólo a este tema si no al tiempo de paz que se avecina.
“La seguridad no solo debe ser vista desde la restricción policiva, que también es muy importante. Aquí la administración debe implementar unas políticas que permitan trabajar con estos jóvenes en riesgo, con los niños para que no vayan a caer en esta situación y con las familias de ellos. Hay que mostrarles que hay un camino diferente y nosotros les vamos a brindar esas oportunidades”.
Esther María Jalilíe señaló que esta nueva Secretaría trabajará unida a las demás, por lo que las directrices están encaminadas a aliarse con Educación, Deportes, Planeación, Salud, entre otras. “Desde esa articulación se generan alternativas para brindarles oportunidades. Hay que generar programas con esas comunidades, oportunidades de empleo y para eso debemos sentarnos con ellos, para que estudien y trabajen. También vamos a realizar importantes convenios para ayudarlos”.
Benjamín Marín Arias, asesor en Seguridad y Convivencia Ciudadana, sostuvo que el reto es muy grande “y la prioridad es hablar de una vez con los jóvenes en riesgo, pues sabemos que tienen una oportunidad para salir adelante. Si hay oportunidad para cambiar y vamos a los barrios a decírselo”.
Sostuvo que “echarles la Policía” no va a ser la solución, pues “la confianza va a ser fundamental para poder dejar ese clase de vida”.
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