La liberación de Guillermo Enrique Torres Cuéter, conocido con el alias de “Julián Conrado” dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), ha causado diversos comentarios entres los habitantes de Turbaco, tierra donde nació en el año de 1954.
Una de las personas más alegres es doña Edith Cuéter, madre de “El cantante de las Farc”, como también se le conoce, asegurando que esta es una de las mejores noticias que ha recibido en los últimos años, saber que su hijo está muy bien y que “va a hacer parte de la mesa de diálogos allá en Cuba, confiando en que esta guerra por fin se acabe. Ya voy a terminar con esta zozobra que he tenido durante muchos años. Qué madre no desea que todos sus hijos estén bien. Lo importante aquí es que él quiere la paz”, le dijo a El Universal la progenitora del líder guerrillero.
La señora Cuéter sostuvo que la última vez que pudo ver a su hijo, quien ingresó a las Farc a la edad de 29 años (1983), fue en febrero del año pasado, cuando lo fue a visitar a la cárcel en la que estaba recluido en Venezuela. “Físicamente lo vi muy bien. Desde ahí comencé a estar más tranquila. Aunque estaba un poco enfermo. Hoy dicen que tiene una enfermedad, pero desconozco que sea. Espero que se recupere”, precisó.
Desde que conoció de su liberación ha estado pendiente de las noticias de “Julián Conrado”, pues ha sido la forma de saber cómo está. “Aún no he podido hablar con él. Desde aquí de Turbaco le envío todas las bendiciones de Dios, para que lo tenga con bien y lo ilumine. Que se dé la paz, eso es lo que más quiero para poder tenerlo otra vez conmigo”, dijo la mujer.
Opiniones divididas
En las calles de Turbaco hay opiniones encontradas por la liberación de “Guillo”, como le llaman quienes lo conocen. Hay quienes opinan que por ser miembro de las Farc debe pagar por los daños que este grupo le ha hecho al país. Otros aseguran que esta población entrará a la historia, porque uno de sus paisanos hará parte de un hecho trascendental como es la firma de un posible acuerdo de paz, lo que busca ponerle fin a 50 años de guerra.
Osmil Ortiz Cardona, periodista local, aseguró que el sentimiento en la gran mayoría de los pobladores es de alegría, pues quienes compartieron con él, en su época de niñez y juventud lo recuerdan más por su vida como cantante, como un gran líder y como un gran amigo. “Aquí sabemos que un hijo de Turbaco va a hacer parte de ese hecho histórico. Independiente de su clandestinidad y su ilegalidad, el sentimiento entre quienes lo conocimos está primero el de artista, el de un muchacho jocoso y agradable con una gran inteligencia. Hay un turbaquero ahí en esa mesa y por algo lo llamaron”, indicó Ortiz Cardona.
Afirmó que es tan grande el aprecio que en muchos lugares de la población se le tiene, que su música comenzó a sonar tras conocerse la noticia de su libertad.
Otra persona que pidió no revelar su nombre manifestó que nunca estuvo de acuerdo con esa clase de vida que Torres Cuéter quiso llevar; y que, además, las veces que pudo hablar con él le reprochó el hecho de estar en ese grupo guerrillero, peleando una guerra absurda. “Nunca debió estar ahí. Con lo buen artista que es y con la inteligencia que tiene pudo haber llegado mucho más lejos, sin tener que estar en la ilegalidad. Hoy sería un digno representante de este pueblo”. Para este hombre, que esté en La Habana sentado no va a representar nada para Turbaco, “por que desde que está en las Farc nunca ha hecho nada por este pueblo”, precisó.
Saúl Barrios, otro habitante de esta población argumentó que “Julián Conrado”, tras ser llamado por la cúpula de las Farc, para hacer parte de los negociadores, significa que es un gran elemento dentro de este movimiento guerrillero. “Ojalá su presencia en esa mesa nos haga despertar y nos haga hacer una revolución verdadera para que Turbaco tenga progreso y un verdadero cambio”. John Jairo Gordon expresó que él nunca ha ayudado al municipio.
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