Los reclusos de la cárcel Camilo Torres, en Magangué, lanzaban gritos y arengas ayer porque casi al mediodía fue que les suministraron el desayuno. Las arengas continuaron en horas de la tarde. El reloj marcaba las 3 de la tarde y el almuerzo aún no se les había servido.
Al parecer, esta misma situación la estarían viviendo presos de las cárceles de San Andrés, Barranquilla, Malambo y Sabanalarga, pues la nueva empresa encargada de entregar la alimentación en los centros de reclusión aún no había equipado las cocinas ni las bodegas de abastecimiento.
Para el caso de Magangué, según explicó el director del centro penitenciario, Rodolfo Pupo, “esta empresa que se ganó la licitación no tiene los implementos y por el momento lo que hizo fue mandar los desayunos y lo hizo tarde. Esto ha causado malestar entre los internos, pero esperamos que no demore mucho este inconveniente”, relató.
Aseguró que la entidad que estaba antes se llevó todos los equipos de cocina. “Ellos debieron haber hecho un empalme con la anterior empresa hace unos ocho días atrás para comenzar a trabajar sin problemas hoy (ayer), pero desafortunadamente comenzaron muy mal con toda la logística. Eso ha generado malestar”, precisó.
La Red de Veedurías alertó de esta situación y puso en evidencia ante los entes de control aparentes irregularidades en la asignación del contrato a una unión temporal que al parecer no cumple con los requisitos necesarios para prestar este servicio.
Pablo Bustos, presidente de esta organización, relató a Caracol Radio “la improvisación con la que se manejó el proceso contractual y ahora el empalme ponen en riesgo la alimentación de más de 2 mil presos. Los nuevos contratistas no han aparecido, no han comprado estufas ni mercados, el contrato es preparar las tres comidas del día”, precisó.
SE PRONUNCIA DEFENSORÍA DEL PUEBLO
La Defensora del Pueblo de Bolívar también se pronunció al respecto y le pidió al Inpec que esta situación se resuelva en el menor tiempo posible por el contratista, pues se podría presentar una emergencia.
“Efectivamente nos percatamos de que los alimentos son traídos de otro lugar y que se entregaron con varias horas de retraso. Además no han llevado los equipos de cocina a la cárcel”, añadió Irina Junieles, defensora Regional del Pueblo. Sostuvo que estarán atentos a la situación de los reclusos.
La Defensora del Pueblo sostuvo que aunque el hacinamiento ha disminuido, este aún continúa. “La cárcel tiene capacidad para 56 internos y hoy permanecen en sus instalaciones 203 presos, lo que indica que estamos hablando de un 260% de hacinamiento”.
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