El proyecto para ampliar la frontera de vida del mono tití cabeciblanco, concentrado en la creación del Parque Natural del Caribe, entre los departamentos de Bolívar y Atlántico, avanza lentamente en su primera fase.
En una reunión a la que asistieron los gobernadores Dumek Turbay y Eduardo Verano, la directora de Parques Naturales, Julia Miranda Londoño, y funcionarios de las corporaciones autónomas regionales, se insistió en que la declaratoria de área protegida debería darse antes de que termine el periodo presidencial de Juan Manuel Santos.
Pero para lograr esta meta, con dos meses de plazo, representantes de las fundaciones que asesoran el proyecto aseguraron que hay varios inconvenientes que se deben superar, entre ellos la lentitud con que Cardique está realizando los estudios técnicos requeridos.
“Mi temor es que esa condición técnica nos demore más; si hay que aumentar el equipo, se hace, pero ya no podemos estar solo con el compromiso y la disposición”, destacó el gobernador Dumek Turbay, luego de que Olaf Puello, director de la corporación, reconociera que aunque tienen toda la intención de avanzar, deberían agilizar el trabajo.
El parque
Con este proyecto bidepartamental pretenden ampliar la reserva de El Ceibal, en Bolívar, y Los Rosales, en el Atlántico, zonas protegidas por la presencia del mono tití cabeciblanco, para evitar la extinción de la especie, que ya tiene estado crítico por la deforestación y el tráfico ilegal.
Inicialmente, la prioridad sería aumentar de 1.600 a 8.000 hectáreas el polígono de protección, pero a largo plazo se establecería una reserva de 40 mil hectáreas bajo diferentes medidas legales.
En el Atlántico, la Corporación Autónoma Regional, ya ha identificado 141 predios que deben ser analizados para establecer corredores que conecten una reserva con otra, pero los funcionarios destacaron que es vital la participación de las comunidades cercanas para que también protejan el hábitat.
La directora nacional de Parques Naturales aseguró que las dos corporaciones autónomas deben trabajar articuladamente para que haya consonancia de las medidas jurídicas y técnicas que solicitarán al Ministerio de Ambiente.
Miranda Londoño también destacó que si se trabaja con más compromiso, a finales de este año ya debería haber un corredor protegido.
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