Las víctimas de la masacre de El Salado, Bolívar, ocurrida en el año 2000 a manos de paramilitares, manifestaron su desacuerdo e indignación con la suspensión de una audiencia que se realizó en Cartagena, en la que participó vía teleconferencia el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez.
Esto ya que después de recorrer grandes distancias para poder acudir a Cartagena a la audiencia de identificación de afectación a víctimas, la misma fue suspendida luego de incidentado trámite en el que Mancuso no respondió a sus preguntas.
Varias víctimas además señalaron que en el trámite de la audiencia habían personas desconocidas que estaban entregando un folleto en el que Mancuso pedía perdón.
María* por ejemplo, narró que ante las preguntas de las víctimas, Mancuso terminó justificando la cruenta incursión paramilitar, señalando que estaban buscando a personas que supuestamente eran auxiliadores de la guerrilla.
“Cuando nosotros hicimos la intervención, él no nos da respuesta inmediata. Y parece que su respuesta fuera muy amañada, muy bien preparada para darnos la misma respuesta en todas las audiencias”, señaló.
Tras la suspensión de la audiencia a medio día de este viernes, las víctimas rechazaron un almuerzo que les entregaron por estar en descomposición. Con este hecho, los problemas de logística y las vagas respuestas de Mancuso, las víctimas consideraron que todo esto termina siendo una revictimización.
“Nos sentimos muy revictimizados con el señor Mancuso, es como si nos hubiesen dichos guerrilleros, que fue lo que él dijo en sus respuestas: que guerrilleros señalaron a las personas que tenían que matar en El Salado”, apuntó.
“En la parte logística, los almuerzos en mal estado. En el tema se seguridad, muy malo, aquí entraba y salía cualquiera y no permite que haya seguridad. Los temas que tratamos aquí son muy álgidos y no se justifica que en estos espacios no haya la suficiente seguridad”, agregó.
La audiencia de incidente de reparación a víctimas de Mancuso continuará el próximo lunes en Cartagena, aunque ya no con toda la comunidad de El Salado, ya que muchos tuvieron que regresar a las ciudades en las que viven actualmente.
“Estando toda la comunidad, él hubiera sentido más presión para decir la verdad de lo que pasó”, puntualizó María.
*Nombre cambiado por petición de la fuente.
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