Villa Alegría es un barrio del municipio de San Jacinto, está conformado por 130 familias que años atrás fueron desplazadas y afectadas por la violencia que se vivió en Montes de María.
Sus habitantes dejaron de sufrir hace mucho tiempo la presión de grupos armados ilegales, pero hoy deben vivir con otra amenaza: problemas en este barrio que necesitan ser resueltos para vivir dignamente.
Hace dos semanas lograron conseguir lo que por años habían estado luchando, y era lograr la titulación de los predios donde habitan, tras unos 18 años de esfuerzos.
Pero para muchos ahora es cuando comienza un largo proceso por alcanzar a tener varias de sus necesidades básicas insatisfechas, resueltas.
Aseguran que recibieron con gran alegría el beneficio de la legalización de los predios, pero que aún tienen muchas necesidades que deben ser atendidas de forma inmediata.
Adriana Díaz, habitante del sector, señaló que entre las dificultades que padecen están las pronunciadas grietas que presentan las casas, resultado de haberlas construido sobre un terreno inestable, por lo que piden que se disponga un mejoramiento de viviendas de carácter urgente, ante el temor de que se les puedan caer.
“Nuestras casas están rajadas, lo que nos preocupa porque las estructuras fueron levantadas en una zona alta y nos dan miedo los fuertes vientos y las lluvias. Los que hemos podido, levantamos vigas para reforzarlas”, precisó Díaz.
Otros indicaron que desde que les fueron entregadas las unidades familiares, en el año 2000, comenzaron a presentar problemas que ponen en riesgo a las familias que las habitan.
Además de la falta de agua potable, que es el común denominador de todo San Jacinto, hay otros problemas por los que sufren mucho. Por ejemplo, el mal estado de la malla vial, en donde los que más padecen son niñas y niños, ancianos y mujeres embarazadas. En invierno quedan incomunicados por el lodazal, el riesgo de sufrir caídas es muy alto. “Las que están embarazadas ponen en riesgo la vida de los bebés”, aseguró un morador.
Igualmente, pidieron que se les instalen las redes de gas natural y que se les mejore el servicio de energía eléctrica, por lo que le exigieron al alcalde de San Jacinto, Abraham Kamell Yaspe, que se trabaje para optimizarlo, ya que el sistema de cableado está en malas condiciones.
Se invertirá
El alcalde Kamell Yaspe precisó que los 600 habitantes del barrio se beneficiarán con el proyecto de cunetas y bordillos para mejorar la movilidad, para vehículos y peatones, que está a cargo de la Gobernación de Bolívar.
Agregó que por medio de oficios ya se le solicitó a Surtigás la ampliación de redes para garantizar este servicio público. También van a solicitarle a Electricaribe la repontecialización en la zona. “Estamos trabajando para garantizar los derechos que tiene la comunidad, especialmente los habitantes de Villa Alegría, quienes vienen de sufrir todo lo que provocó la violencia en esta zona”, indicó el alcalde.
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