La universitaria de 20 años de edad, estudiante de cuarto semestre de Bacteriología, de nombre Wendy Hernández Álvarez, al parecer está bajo los efectos de la escopolamina.
Así lo informaron los familiares de la joven, que una vez conocieron su desaparición, emprendieron una campaña a través de las redes sociales para encontrarla.
Wendy no reconoce a su padre y se muestra desorientada y con los nervios alterados, por lo que fue llevada al Instituto de Medicina Legal para establecer su estado de salud y descartar violación.
La muchacha es hija de una ciudadana oriunda del corregimiento de Albania (Betulia) y se encontraba buscando trabajo en la capital del país, cuando desapareció.
Hernández Álvarez había sido vista por última vez en la Estación Ricaute y siendo la 1:00 de la tarde fue hallada por un amigo de la familia que de inmediato dio aviso a su padre.
Wendy hizo dos semestres de Medicina y luego se cambió al programa de Bacteriología, estudios que se los pagaban sus padres desde Venezuela, donde residían.
Sin embargo, dada la situación económica y política del vecino país, la universitaria tuvo que interrumpir sus estudios y se vino para Colombia con su padre a buscar trabajo.
Pero en esa búsqueda de un empleo para ganar el sustento diario y ahorrar con la meta de volver a los estudios, llevó a Wendy a acudir a una cita pactada tras atender un aviso en el periódico.
Este medio conoció que la joven Wendy le dio a su padre, Amir Hernández, la dirección del sitio a donde ella iría a hacer la entrevista, pero este no tomó la precaución de anotarla.
Los familiares de la joven habían acudido a la Fiscalía a instaurar la denuncia por desaparición, pero no lo pudieron hacer pues les dijeron que debían dejar transcurrir al menos 72 horas.
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