En el departamento de Córdoba han sido amenazadas 15 personas que tienen relación con el proceso de restitución de tierras.
La denuncia la hizo el coordinador de la Unidad de Restitución de Tierras, Rodrigo Torres, quien señaló que en Córdoba y en otras regiones del país se está restituyendo a las víctimas de la violencia en medio de otro conflicto armado.
Dijo que se adelantó un estudio con el fin de verificar el nivel de riesgo de los amenazados y en el mismo se estableció que siete de los casos están en la categoría de altos.
“La Unidad Nacional de Protección ha asignado las medidas de seguridad que cada caso amerita”, indicó el funcionario, aduciendo que a algunos se les entregaron chalecos antibalas cuando el caso es mínimo riesgo y a otros se les asignó servicio de escolta.
El funcionario explicó que 13 de los 15 amenazados son personas que están solicitando que les devuelvan las tierras que le fueron arrebatadas por parte de grupos al margen de la ley.
En Córdoba han sido asesinadas varias personas que han tenido relación con el proceso de restitución de tierras.
El caso más reciente fue el de Gildardo Padilla Ortega, el pasado 17 de noviembre en zona rural del municipio de Valencia.
También en ese mismo municipio fue acribillado Ever Antonio Cordero, presidente de la Mesa de Víctimas, quien venía liderando un proceso de restitución en la zona.
La lista de muertos también incluye a Ermes Enrique Vidal Osorio, representante legal de la Asociación de Víctimas de Desplazamiento (Asoder) y también reclamante de tierras, cuyo cuerpo fue encontrado en las aguas del río Sinú, a la altura de Montelíbano.
Los amenazados han señalado que son víctimas de las denominadas bandas criminales que han mantenido intactas las estructuras de los paramilitares en Córdoba, quienes fueron en su gran mayoría los que despojaron a los campesinos de sus predios.
Justamente la Defensoría del Pueblo ha venido emitiendo unas alertas tempranas en las cuales señala el nivel de riegos que tienen los reclamantes en esta sección del país, especialmente a los que les devolvieron predios en las haciendas Cedro Cocido y hacienda Santa Paula, antigua propiedad de los hermanos Castaño Gil.
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