La sequía que azota a los municipios de Córdoba ya dejó estragos en el sector ganadero. La Federación de Ganaderos de Córdoba reportó que cinco mil reses han muerto de hambre y sed en los últimos meses.
De acuerdo con lo señalado por el presidente de la agremiación, Alfredo García Burgos, la crisis que enfrenta el sector es de grandes proporciones, si se tiene en cuenta que no hay pastos para alimentar el ganado y por ello han tenido que vender las hembras.
A lo anterior se suma una disminución del 24 por ciento en la producción lechera, también como producto de un prolongado verano que se extenderá por varios meses más.
Los ganaderos pidieron al Gobierno nacional que diseñe medidas que le permitan superar la crisis y aunque el Ministro de Agricultura, Rubén Lizarralde, en su reciente visita a Córdoba no descartó la posibilidad de decretar medidas de impacto, los ganaderos señalan que ya las pérdidas son irreparables.
El vocero de los ganaderos insistió en que la actividad ha dejado de ser rentable y ello generará un impacto directo en la economía de los cordobeses.
La situación de los ganaderos no es distinta a la que padecen los agricultores y mucho menos a la que padecen los pobladores de la zona rural donde se han secado las represas que los abastecen de agua.
En Montería por ejemplo fue necesario decretar la calamidad pública porque hay 24 poblaciones sin una sola gota de agua para el consumo humano.
Pese a que el secretario de gobierno de Montería, José Berardinelly, anunció que enviarán carrotanques con líquido potable a las diferentes poblaciones, estos resultan insuficientes ante el grado de sequía que se ha registrado en Montería y en la mayor parte de los municipios cordobeses.
En el caso de Cereté, el titular de la cartera de gobierno de la localidad, Pedro Velásquez Guerra, está adelantando una inspección de las fuentes de aguas en corregimientos, con el fin de verificar de primera mano si en zonas rurales podrían estar expuestos a un desabastecimiento del líquido.
En la mayoría de municipios de Córdoba se activaron planes de contingencia. Sin embargo, las administraciones no tienen los recursos necesarios para enfrentar un fenómeno de grandes magnitudes como el que se ha venido registrando en la Costa.
El fenómeno del Niño que en términos técnicos se entiende como variabilidad climática, caracterizada por disminución de lluvias y el aumento en temperatura, se prolongará varios meses más, hecho que tiene preocupadas a las autoridades y a los gremios.
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