Los aplausos del público, los gritos de apoyo de sus coterráneos y los besos que le enviaba su esposa sordomuda, fueron suficiente aliciente para que Eduardo Díaz Hernández, un campesino del municipio de Cotorra, Córdoba, se convirtiera en el campeón de comedores de arroz ‘colorao’.
Dos horas y media bastaron para que este lánguido trabajador del campo consumiera cinco libras y media de arroz, preparado momentos antes por las manos prodigiosas de mujeres cordobesas que hacen del tradicional concurso de la vereda El Cedro, municipio de Cotorra, una fiesta de sabores.
Díaz Hernández venía luchando por este primer puesto desde hace cuatro años. Sin embargo, el récord siempre lo tuvo Evangelista Roatán, un campesino modesto y veterano de la vereda El Abanico, San Pelayo, cuyo récord está en el consumo de ocho libras de arroz.
Esta vez Evangelista fue declarado fuera de concurso porque los seis competidores le pidieron al jurado calificador que buscara un mecanismo que les permitiera competir con mayor equilibrio, pues a Evangelista es difícil superarlo.
Una vez con él por fuera de la competencia el turno fue para seis hombres que se enfrentaron en el marco de un atractivo concurso que ya es tradicional en esa región cordobesa.
La algarabía en la tarima era grande. Los familiares y amigos de los seis concursantes que participaron en la versión 2013 les daba ánimo para devorar de manera lenta pero segura las cantidades de arroz solicitada por los participantes.
Ellos mismos van pidiendo la cantidad que creen poder consumir. Primero todos empiezan con una libra y de allí en adelante van pidiendo más.
Contrario a los que muchos piensan el ganador de la versión 2013 no es un hombre corpulento y barrigón, Su figura es menuda.
Indicó que su capacidad de comer arroz en esas cantidades es el resultado de las continuas faenas que desarrolla en el campo.
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