El conductor del bus de Transportes González que chocó aparatosamente contra una camioneta en la que se movilizaban siete personas, de las cuales cinco resultaron muertas, se presentó ante la Fiscalía.
Se trata de Jaime Alfonso Martínez Montiel, quien llegó hasta las instalaciones de la Fiscalía con el fin de ponerse a disposición de la misma en caso que hubiera algún proceso en su contra.
En el ente investigador le indicaron que estaban en proceso y que por lo pronto estuviera pendiente de la citación. No fue detenido por las autoridades.
Como se recordará Martínez Montiel conducía la buseta que cubría la ruta Cartagena- Montería y que a la altura del municipio de San Pelayo, Córdoba, colisionó de frente con la camioneta Tucson que era conducida por el comerciante Ismael Cavadía Herrera, quien re-sultó muerto junto a sus hijos Sebastián y Nicole Carolina, al igual que Libia Hernández y Eva Arteaga.
El conductor de la buseta resultó levemente herido tras el aparatoso choque al igual que dos de sus pasajeros identificados como Angel Javier Otero Elis y César Augusto Paternina Flórez, quienes fueron dados de alta y no revisten ningún tipo de complicación.
El comandante de Policía de Córdoba, coronel Javier Martín Gámez, indicó que se ade-lantan las investigaciones de rigor con el fin de establecer la responsabilidad del conductor en el accidente que causó la tragedia, pues las versiones preliminares señalan que este invadió el carril contrario.
Varios de los testigos que presenciaron el fatal accidente coinciden en que el bus venía a alta velocidad e impactó inicialmente una motocicleta en la que se movilizaban tres personas y al hacer un zig-zag se chocó de frente con la camioneta.
Lorica de duelo
Pese a que todo volvió a la normalidad en el municipio de Lorica, donde había sido declarado un día de duelo, la comunidad aún no se repone por la pérdida irreparable de cinco de sus hijos amados.
Ayer nuevamente hubo trabajo en las oficinas del municipio y los colegios dieron clases. Sin embargo la tristeza se palpa en cada uno de los rincones.
La casa de la familia Cavadía, ubicada en el barrio Finzenú de Lorica, permanece llena. Llegan amigos y familiares a acompañar a Julieth Mathieu, esposa del comerciante y madre de los dos niños muertos en el accidente.
Ella salió de la clínica de Traumas y Fracturas de Montería a acompañar a su familia hasta su última morada en el cementerio central del barrio El Paraíso.
En ese mismo lugar fue sepultada Eva Arteaga Reyes, la sicóloga de 33 años, que también murió en el accidente. Ella estaa casada con Carlos Piñeres y apenas hacía ocho meses que había adoptado a una niña.
Entretanto, a Libia Hernández Doria, estudiante de sicología que el próximo 14 de di-ciembre iba a contear matrimonio con un hermano de Eva Arteaga, fue sepultada en la se-pultaron en el cementerio Jardines de Paz en la vía que de Lorica conduce a San Antero.
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