Con el despido de 70 trabajadores del hospital San Jerónimo de Montería se enrareció el ambiente de paz que se había vivido en los últimos cinco días desde que se suscribieron acuerdos para salir de la crisis.
Luego de la denuncia de los médicos especialistas sobre el incremento del índice de muertes por falta de atención oportuna, del acuerdo suscrito con el gobernador Alejandro Lyons y de los compromisos asumidos por el director del centro asistencial, Nelson Morales, la situación parecía normalizarse. Sin embargo, en la mañana de ayer nuevamente se anunció paro indefinido.
Los trabajadores habían solicitado al director Morales que dejaran laborar al personal que estaba en la institución, pues cada vez que había cambio de administración se registraban masacres laborales y por ende se truncaban los procesos de atención.
Con relación al despido, el director Nelson Morales explicó que se redujo el presupuesto para las bolsas de empleo y por ende sus representantes están haciendo el recorte del personal.
“Tenemos unos procesos y sabemos cuántas personas pueden llegarse a necesitar”, indicó el funcionario, aduciendo que había más personal del que realmente se requiere para el cumplimiento de las funciones y que con el recorte de los mismos el hospital se ahorrará 123 millones de pesos mensuales.
“Si un proceso me dice que yo no necesito a una persona porque representa un gasto innecesario pues tengo que prescindir de él. Yo encontré sueldos exagerados a personas que no eran profesionales y peor aún, personas que estaban en cargos sin tener el perfil”, reiteró.
Se refirió, así mismo, a la salida del funcionario del hospital encargado de manejar el programa de historias clínicas y lo justificó señalando que no tenía el perfil para ello, pues allí se requiere un ingeniero de sistemas. Sin embargo, el compromiso suscrito señalaba que no habría ni un solo despido.
Esa situación motivó una asamblea en la mañana de ayer en la cual se determinó que la amenaza de paro indefinido sigue latente y que la situación del hospital está al garete.
SIN PACIENTES
La crisis del principal centro asistencial de Montería se ha evidenciado por la falta de pacientes.
Los pasillos lucen vacíos, no hay pacientes en consultas externas, con especialistas y tampoco hay muchos en la unidad de cuidados intensivos, ya que no hay aún insumos para atenderlos y garantizarles la vida.
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