El nuevo año trajo para los habitantes de Costa Azul, zona rural del municipio de San Carlos, Córdoba, interrogantes sobre la posible existencia de vida más allá de la tierra.
Desde la noche del 31 de diciembre están en vela mirando hacia el infinito, desde que varios pobladores dijeron haber visto una extraña figura que hacía círculos en el cielo.
La historia empezó justamente el día que acababa el 2013. Pese a la tranquilidad de la comarca, algunos equipos de sonido se escuchaban en el marco de la celebración del último día del año.
El cielo estaba claro y lleno de estrellas. El licor mantenía más alegres de lo común a los campesinos de la zona, que en su mayoría viven de la agricultura y de los jornales que les pagan por un día de trabajo en el campo.
Orlando Sánchez, un hombre de 75 años, dijo que estaba sentado en su taburete, mirando hacia el cielo cuando vio una luz brillante e intensa que se movía en la inmensidad.
Al principio pensó que se trataba de una estrella fugaz, luego de un avión, después pensó que era un globo. Sin embargo, minutos después logró divisar una figura muy brillante que se movía en forma circular.
Llamó a varios de los moradores que estaban en su humilde parcela y por varios minutos se quedaron viendo el espectáculo.
Josefa María, otra de las habitantes de esa región cordobesa, también observó las luces brillantes. Ella corrió despavorida al interior de su residencia a rezar uno y mil rosarios con el fin de espantar a las brujas, pues a su juicio se trataba de personas del pueblo que vuelan en escobas, tras hacer pactos con el diablo.
Su propio significado
Cada uno de los habitantes de la pequeña comarca le fue dando su propio significado a lo que ocurría en el cielo.
Los menos crédulos señalaban que era un avión del Ejército que buscaba información en la zona, otros que era un satélite que giraba en ese punto del firmamento, ancianos como Orlando Sánchez aseguran que se trata de objetos voladores no identificados, otros aseguran que es una nave de otro planeta, que aterrizó en un monte lejano y que tiene forma de colchón.
Desde ese momento la tranquilidad se acabó en el pueblo. El programa nocturno es sacar los taburetes y sentarse viendo hacia el infinito.
El espectáculo de las luces brillantes en el cielo se ha repetido por lo menos cuatro veces más. Sin embargo, no ocurre a la misma hora.
En la vereda pidieron a la Aeronáutica Civil que investigue con el fin de esclarecer si se trata de algún objeto que esté bajo su control o dominio, o ellos han visto algo extraño en el cielo cordobés.
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