Cerca de 7 mil 900 millones de pesos serán invertidos por el Ministerio de Cultura para mejorar la infraestructura, dotación y conectividad de las bibliotecas de Córdoba.
Así lo indicó Sandra Suescún Barrera, Coordinadora Nacional de Servicios Bibliotecarios y Gestión Regional de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, quien sostuvo una reunión con la secretaria de Cultura de Córdoba, Olga Helena Payares, y con Mery Reyes, coordinadora de la Red Departamental de Bibliotecas Públicas de Córdoba.
En el encuentro además de la inversión, se abordaron las líneas estratégicas en materia de infraestructura, dotación de materiales de lectura para las bibliotecas, formación al personal bibliotecario, conectividad, sistema de información “Llave del Saber”, y Proyecto Uso y apropiación de TIC en bibliotecas públicas.
El departamento de Córdoba cuenta con 33 bibliotecas públicas, dos de ellas rurales, ubicadas en los municipios de Lorica y Moñitos y una de consejo comunitario en San José de Ure. Al respecto, Sandra Suescún Barrera señaló durante la actividad que los principales retos que afronta la Red de Bibliotecas Públicas de Córdoba son la creación de la Biblioteca Municipal de Montería y la construcción de más bibliotecas públicas en las zonas rurales del departamento.
Entre los compromisos establecidos se destacan: incluir las bibliotecas públicas de sus municipios en los planes de desarrollo, velar por la permanencia de personal bibliotecario idóneo, garantizar las mejores condiciones de funcionamiento en las bibliotecas públicas, y disponer de los recursos necesarios para que cada biblioteca pública cuente con acceso a Internet.
Se estableció además que en esta sección del país entre 2010 y 2018 las bibliotecas recibirán en dotación bibliográfica 75 mil 807 libros, en infraestructura, durante el mismo período contará con 12 nuevas bibliotecas y 17 de ellas tendrán conectividad.
Hay que indicar que la biblioteca departamental está en proceso de remodelación desde hace varios años, sin que aún se haya definido el reinicio de las obras que se encuentran paralizadas, mientras que los libros están en una casa del barrio La Coquera, expuestos ante roedores y la humedad.
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