La crisis económica del hospital San Jerónimo de Montería tocó fondo. Su cartera asciende a 55 mil millones de pesos y, pese a los esfuerzos que han hecho por recuperarla, las empresas prestadoras del salud no pagan a tiempo las facturas por la atención de sus pacientes.
Así lo indicó el subdirector administrativo del centro asistencial, Luis Flórez Pertuz, ante la queja permanente de enfermeras, médicos, especialistas y personal de servicios generales a los que les adeudan cuatro meses de salarios.
Flórez explicó que ellos facturan mensualmente cinco mil millones, pero no reciben el pago de los servicios prestados y por ello han venido acumulando una deuda que los tiene en una delicada situación, pues esa es justamente la suma que se necesita para el funcionamiento de la institución. La deuda que el hospital tiene con el personal y con los acreedores asciende a 50 mil millones, es decir, cinco mil menos de lo que les deben a ellos.
Ante esa situación las protestas están a la orden del día en el primer centro asistencial de Córdoba. El martes anterior un grupo de 70 enfermeras paralizó labores con el fin de presionar el pago de sus salarios, pues desde diciembre del año anterior no reciben un solo peso. Lo más grave de esto es que la bolsa de empleo que las contrata no ha pagado la seguridad social y por ello están desprotegidas con el servicio de salud.
Algunas de ellas están en embarazo y no han podido hacerse los controles de rigor y otra está internadas en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Imat sin que nadie responda por esas situaciones particulares.
Las bolsas de empleo aducen que no han pagado porque no les han girado.
Los directivos del hospital se comprometieron a consignar a la bolsa lo correspondiente para que les paguen un mes de salario con el fin de garantizar la prestación del servicio de las enfermeras, vital para los pacientes.
El subdirector administrativo explicó que el hospital San Jerónimo está sobreviviendo con los giros directos de la Nación, que en este mes fueron de 2.300 millones, pero que estos no alcanzan para el funcionamiento normal de la institución.
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