Ante la advertencia de un grupo de encapuchados de la Universidad de Córdoba, que se autodenomina Juventudes del M.19, en el sentido de arreciar las acciones violentas, la rectora de la institución, Alba Manuela Durango, dijo que no negociará con personas que cubran su rostro.
La funcionaria, quien ha sido puesta en la palestra pública por aceptar en su oficina a varios estudiantes con rostros cubiertos, dijo que la violencia, las amenazas, ni la toma de instalaciones son el camino para plantear inconformidades o hacer notar una protesta, sobre todo cuando el gobierno universitario promueve el diálogo y la participación democrática como mecanismo que permiten registrar y procesar diferencias sin afectar la integridad de los universitarios.
Insistió en que los problemas académicos, administrativos y políticos internos deben ser resueltos por los universitarios en el marco del respeto por los principios institucionales y la Ley.
Explicó que efectivamente sí se reunió con un grupo de estudiantes en su oficina, quienes tenían capuchas puestas, pero que lo hizo ejerciendo el sentido de Universidad, haciendo uso de las vías institucionales, la sensatez y de la ponderación, y que escuchó las inconformidades pero más que todo lo hizo para pedirles respeto y tolerancia para evitar situaciones más complejas.
“Para nuestro país, en un momento como el que se vive con los diálogos de paz, es importante que se comiencen a ejercitar en escenarios como el de las universidades, formas diferentes a las tradicionales para resolver problemas, sin que ello signifique abandonar los principios de la Constitución y la Ley”, indicó la rectora.
Agregó que cubrir el rostro con una capucha en las protestas no es un caso exclusivo de la Universidad de Córdoba.
Sin embargo, insistió en que cubrir la identidad para dialogar debe ser rechazado, pues no existen razones que la justifiquen y, por el contrario, generan desconfianza en el diálogo, producen estigmatización a los movimientos estudiantiles y pueden permitir que personas ajenas a la institución participen en las protestas.
“Manifestamos que bajo presión y utilizando vías de hecho, el gobierno de la Universidad de Córdoba no se sentará a dialogar, dado que todos los miembros de la comunidad universitaria gozan de plenas garantías para hacer efectivo el derecho a la participación democrática en los procesos institucionales”, reiteró la funcionaria.
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