El médico y dirigente político Pedro Pestana fue sindicado de ser el autor intelectual del crimen del aspirante al Concejo de Tuchín, Misael Solano, encontrado en una fosa común el fin de semana anterior luego que su verdugo Jesús Alberto Díaz Zabala, alias Esteban, Jefe de los Urabeños en la zona entre Chinú y San Antero, entregara las coordenadas del lugar.
Díaz Zabala afirmó a las autoridades que él recibió dinero para asesinar al dirigente y que la orden era desaparecerlo en el mar, pero prefirió enterrarlo en una fosa común, razón por la cual ahora era perseguido y dieron la orden de matarlo.
El hombre se entregó a las autoridades donde actualmente recibe protección como testigo en un proceso que generará mayor polémica en Córdoba y que vincula al accionista de Manexca, la IPS que maneja la salud de los indígenas.
Pestana, quien fue investigado por parapolítica, sigue en el 'ojo del huracán' porque pagó una condena en una cárcel indígena, pese a que las autoridades colombianas, luego de una revisión de tutela por parte de la Corte Constitucional, insiste en que debe hacerlo en centro carcelario.
En ese mismo sentido se pronunció Adelaida Flórez, esposa de Solano, quien fue la encargada de reconocer su cadáver encontrado en un lote cercano a la finca Normandía en La Doctrina, Córdoba, luego de haber desaparecido en el año 2014.
Con relación a las causas del crimen, la cónyuge de la víctima señala que pudo tener móviles políticos.
Solano era uno de los líderes indígenas más destacados de la zona. Residía en la comunidad de Nueva Esperanza con su esposa y sus cinco hijos, en condiciones de extrema pobreza.
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