Las autoridades civiles, policiales y militares de Córdoba coinciden en que la mayor zozobra con el denominado paro armado del Clan Úsuga, se generó por el mal uso que hizo la comunidad de las redes sociales.
El primero en hablar del tema fue el alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, quien hizo un llamado para que se haga un uso responsable de ese tipo de herramientas y del contenido que replican, aduciendo que la ciudadanía entró en pánico ante la arremetida de notas de voz amenazantes, las cuales eran compartidas sin ningún tipo de verificación.
“Se vivió un efecto dominó por los rumores que intimidaron a los comerciantes a cerrar sus negocios y todos terminaron paralizando sus actividades”, indicó el mandatario, señalando que situaciones como esas no pueden volver a ocurrir e invitó a la comunidad a que todos se unan en torno a la fuerza pública para garantizar la seguridad.
En ese mismo sentido se pronunció el comandante de Policía de Córdoba, coronel Engelbert Grijalba, quien sostuvo que los mensajes a través de las redes se convirtieron en el detonante para sembrar el pánico y que en muchos de ellos se decía que no había presencia de la Policía cuando realmente estaban haciendo operativos en distintos puntos de la ciudad, desde el mismo momento en que se conoció que había una amenaza por parte de las bandas criminales.
Explicó que el Ejército estaba en la zona rural porque la ley señala que la Policia debe permanecer en los cascos urbanos y en las carreteras y que luego de la orden del presidente Juan Manuel Santos se militarizó la ciudad y parte de Córdoba con 340 hombres que llegaron de las fuerzas especiales del Ejército, desde Tolemaida.
Ambos coincidieron en que la normalidad retornó a Montería y a Córdoba y pidieron el máximo de colaboración a la ciudadanía para garantizar que hechos como esos no se repitan.
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