En la antesala de la Semana Mayor, que marca la terminación de la cuaresma, Mompox se apresta a recibir a gran cantidad de sus coterráneos que se encuentran por fuera, y a turistas en general de todas partes.
Eso propone a esta histórica localidad bolivarense, como uno de los mejores destinos de turismo religioso en la Costa Caribe.
Para cualquiera que llegue a Mompox, sus festividades conmemorativas de Semana Santa seguramente serán una gran aventura de 8 a 12 horas diarias.
La primera recompensa que recibe el visitante es la majestuosidad del centro histórico de esta villa, con sus casas blancas coloniales en la margen izquierda del Río Magdalena.
Ya son más de cuatro siglos y medio realizando estas procesiones ligadas a su fundación (1537), iniciadas por penitentes y flagelantes, que después del Concilio de Trento le dio paso a las imaginativas y vistosas procesiones, algunas copiadas de las costumbres españolas.
Rememorando
El Domingo de Ramos, el protagonista de toda esta conmemoración, Jesús, deja en la retina de miles de feligreses la bella imagen atravesando en un burrito todo el pueblo desde la Iglesia de Santa Bárbara hasta la de La Concepción, vitoreado con ramas de palma de vino y acompañado de doce apóstoles escogidos entre hombres maduros de Mompox.
El Lunes Santo, Jesús de Nazareno con su vestido morado bordado en oro, marcha hasta San Francisco entre un camino de veladores.
Llega el Martes Santo con la procesión más joven de la Semana Mayor en Mompox, pues no lleva más de 15 años. Este día la Virgen de Las Angustia y el Santo Ecce Homo son llevados desde la Iglesia de La Concepción hasta la de Santo Domingo, marchando al sonido de la música y del alcayata, elegantes y preciosas imágenes.
Los momposinos le dan un espacio a sus muertos, y la velación de ellos se hace el Miércoles Santo, cuando hay una hermosa retreta de música sacra. A este encuentro acuden todos los momposinos cada año.
Jueves y Viernes
Por fin llega el tan esperado Jueves Santos. La expectativa, la euforia y la religiosidad es ratificada con la aparición de uno de sus protagonistas: El Nazareno, que con su vestido azul de borlas blancas empieza su recorrido por todas las siete iglesias que existen en Mompox.
Aparecen el trompetero con su sonido de 'ya murió Jesús', el campanero y por supuesto la élite de los nazarenos Cofradía del Santo Palio.
Al atardecer, cuando muere el sol y empieza a mermar el sofocante calor, se recorrerá por espacio de 8 horas al compás de marchas francesas. Los momposinos van marchando hacia los lados y dos pasos adelante y uno atrás.
Desfilaran al paso de la Cena, la Cruz de Caravaca, Oración en el Huerto, Besos de Judas, Jesús ante Herodes, Paso de la Negación, Jesús antes Caifás , la flagelación, la coronación, paso de la sentencia, Jesús hacia el calvario, Verónica, María Magdalena, San Juan y La Dolorosa.
Hombres y mujeres de riguroso vestido negro con mantillas andaluzas y de sobria elegancia, enmarcan la procesión del Viernes Santo.
Los caballeros del cristo con pendón y bastón de mando llevados por ilustres personajes acompañan el hermoso y dorado cortejo fúnebre, marchando al son de la música.
Este cortejo fue traído hace mucho tiempo de París y se conserva igual ante los ojos recelosos de los momposinos.
La procesión va precedida de una hermosa cruz repujada en oro y acompañada de niños vestidos angelitos, dolorosas y nazarenos, según la tradición de pagos de favores recibidos por Dios.
Las mujeres acompañan a la preciosa imagen de La Dolorosa con pendón blanco y que luego se devolverá en una procesión llamada de La Soledad, en las horas de la madrugada, hasta la Iglesia de San Agustín.
El domingo con el alba sale la Procesión del Resucitado y a la media mañana la de Minerva en Santa Bárbara, anunciando que la Semana Santa llego a su final y que el lunes debe regresar a su altar Jesús de Nazareno con la procesión que marca el fin de la Semana Mayor.
Para el recuerdo
La hermosa ciudad de Mompox, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, se engalana para recibir a sus visitantes con muestras de gastronomía, orfebrería, ebanistería, cerámica y alfarería, que hacen del paso por esta hermosa y calurosa villa un placer inolvidable
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