Un bebé de tres meses de nacido murió en el hospital San Jerónimo de Montería esperando que la EPS Comfacor ordenara el traslado a una Unidad de Cuidados Intensivos de un centro médico de mayor complejidad y la atención de un cirujano cardiovascular pediátrico.
Los padres de Moisés Ocampo Lenes agotaron todas las instancias necesarias para lograr el traslado y luego de varios días, ello no fue posible. Sin embargo, Comfacor señala que estaba haciendo los trámites necesarios, pero cuando lograron conseguir una cama el bebé ya había muerto.
El menor tenía una patología congénita que requería atención especializada en una clínica de mayor complejidad con servicio de cirugía cardiovascular pediátrica y durante varios días esperó porque según su EPS solicitaron una cama en UCI en más de 10 prestadores de salud del aís que atienden esta patología y en ninguna había disponibilidad.
Señalaron que se encontraban en espera que la Clínica Cardiovid confirmara la hora de recepción, ya que ésta había informado posible disponibilidad el pasado miércoles 27 de junio, razón por la cual hicieron un pago de 70 millones de pesos que cubriría los gastos de su patología y gestionaron el avión ambulancia que trasladaría al menor. Sin embargo, el día jueves 28 de junio en horas de la mañana, dicha remisión fue postergada por la clínica, aduciendo que la cama no fue desocupada por una complicación clínica vital del paciente que la ocupaba.
Los directivos de la intervenida EPS también afirmaron que luego lograron la aceptación del menor en la Clínica General del Norte en la ciudad de Barranquilla el día 29 de junio, pero dicho trasladado no pudo ser de inmediato por inconvenientes en la operación aeroportuaria del avión ambulancia, que obligaban que el traslado se diera el sábado 30 de junio a primera hora. Sin embargo, a las 5:50 de ese mismo día, el parte médico declara el fallecimiento del menor debido a un paro cardiorrespiratorio, que tuvo su reanimación cardiopulmonar avanzada, sin respuesta positiva.
Reiteron que habían hecho todo lo necesario con el fin de garantizarle la vida al menor, pero las circunstancias y el rápido avance de su patología no lo permitieron. Sin embargo, sus familiares insisten en que se perdió mucho tiempo, pues desde el pasado 19 de junio habían solicitado la remisión, luego de ser atendido inicialmente en el hospital de Sahagún y luego en el de Montería, ambos en crisis.
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