El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Unidad para las Víctimas entregaron las obras de mejoramiento y adecuación de las escuelas de Chinulito y Pichilín, jurisdicción de los corregimientos de Colosó y Morroa respectivamente.
Las obras benefician a 220 estudiantes en Chinulito y 41 en Pichillín, quienes además recibieron dotaciones, representadas en materiales didácticos y equipos tecnológicos como computadores y televisores.
La alianza permitió que el PNUD participara en algunas de las acciones que integran las medidas de restitución y satisfacción contempladas en el Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), construido con la comunidad.
Desde el PNUD fueron gestionados los recursos ante el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Posconflicto, lo cual, permitió realizar la transformación en la infraestructura escolar y la producción de un video para cada corregimiento, en desarrollo de una medida de satisfacción que busca resarcir el dolor a través de la reconstrucción de la verdad, la difusión de la memoria histórica y la dignificación de las víctimas.
“A partir de la estrategia de los Planes de Reparación Colectiva, nosotros nos hemos sumado a este esfuerzo como Organización de las Naciones Unidas y recibimos el apoyo de la comunidad internacional a través del fondo fiduciario multidonante con recursos del Fondo para Construcción de Paz”, dijo Jairo Matallana, oficial del Programa en Convivencia y Seguridad Ciudadana de las Naciones Unidas.
Franklin Jaraba, líder de Chinulito, destacó la importancia de las obras que tanto el PNUD como la Unidad han desarrollado en la comunidad, así como la participación de la comunidad: “cada lápiz, cada hoja, cada bloque o bulto de cemento utilizado, ha sido concertado con los estudiantes, con las comunidades y con la institucionalidad, aquí no se ha hecho nada de manera aislada y esa ha sido nuestra bandera”.
El líder dijo además: “este es un esfuerzo que viene desde abajo, nosotros le metimos el pecho a esto y le estamos demostrando al Estado que sí somos capaces de salir adelante y de surgir, que queremos ser piezas que van a dar la solución. Ya debemos cambiar ese discurso asistencialista y ser la solución”.
Al cierre de la jornada, tanto la Unidad para las Víctimas, como el PNUD y la comunidad, coincidieron en que este es el comienzo de nuevas oportunidades de seguir reconstruyendo el tejido social, menoscabado por el conflicto.
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