Los 120 guerrilleros que estaban concentrados en el campamento Gallo, Alto Sinú, abandonaron la zona y se fueron hacia el Urabá, según confirmó Tomás Ojeda, conocido con el alias del Negro Tomás, segundo al mando del frente 58 que estaba concentrado en la zona.
Los hombres permanecieron por espacio de siete meses meses en el campamento, mientras se adelantaba la entrega de las armas en el marco del proceso de paz, pactado con el Gobierno y firmado por sus voceros en La Habana.
En el lugar solo quedaron cinco de ellos esperando que se materialicen los puntos del acuerdo para abandonar también el lugar, toda vez que ese territorio está cobijado por Ley Segunda de 1959, es decir es una reserva forestal donde no se pueden adelantar proyectos productivos, además allí está la infraestructura de la hidroeléctrica Urrá y el resguardo indígena Embera katío.
También sostuvo que para el próximo mes no hay comida, ni combustible para las plantas de energía, lo cual hace imposible adelantar actividades académicas en una zona donde la temperatura asciende a 40 grados centígrados.
Explicó que la decisión de abandonar la zona fue tomada por los propios excombatientes para buscar mejores oportunidades de vida, pues en esa zona las condiciones eran muy diíciles.
Por su parte, el comandante de Policía de Córdoba, coronel Marcelo Russi, confirmó que la salida de los exguerrilleros de Gallo se hizo con el acompañamiento de los hombres de la institución y que desconoce el nuevo destino de los mismos.
Entretanto, el alcalde de Tierralta, Fabio Otero, insistió en que ese proceso se hizo a espaldas del gobierno local y que él nunca se ha enterado, ni ha tenido niongún tipo de información oficial por parte de las autoridades nacionales, pese a que ellos han hecho una importante apuesta por la paz.
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