Restricciones de carga, cierre de operaciones en algunos tramos del río para buques de gran calado y la destinación de 4.000 millones de pesos para la atención de los efectos del fenómeno de El Niño; son algunas de las medidas que tomó Cormagdalena ante los efectos que ha tenido la sequía sobre el río.
De acuerdo con el Ideam el bajo caudal del Magdalena a la altura de Barrancabermeja provocó una alerta roja que se mantiene desde hace una semana. Señaló el Instituto que ayer el nivel del caudal se estabilizó temporalmente, pero con valores que siguen estando por debajo del promedio de los mínimos históricos, el cual restringe la navegación de carga y la operación de los acueductos.
Por esta razón, Cormagdalena decidió intensificar el monitoreo de los fondos del lecho y los niveles de agua mediante batimetría. También incrementó el equipo para el dragado hidráulico en sitios críticos para la navegación, el establecimiento de dobles turnos de los dragados y realizó un acuerdo con los navieros para fraccionar convoyes y aligerar la carga con el fin de adecuarse al menor calado.
MEDIDAS DE CHOQUE
Paulino Galindo, asesor técnico de Cormagdalena, sostuvo que es bastante común que en el primer trimestre se presenten bajos niveles del río por menos lluvias en toda la cuenca. “Hay un tramo de 60 kilómetros que es el sector comprendido entre Barrancabermeja (Santander) y San Pablo (Bolívar) donde tenemos seis sitios en este momento con paso restringido, eso no quiere decir que no haya navegación”, dijo.
Explicó que los convoyes que transitan por el Magdalena están conformados por seis barcazas, cada barcaza tiene 60 metros de largo, de tal forma que un convoy es de 210 metros de longitud, “en algunos casos ocurre que el radio de curvatura no permite que pase el convoy en forma íntegra, en ese caso lo que se hace es que se fracciona el convoy y no pasa completo: no pasan las seis barcazas sino tres.
También se restringe cuando la profundidad no es de 2,1 metros en los cuales se podría cargar el cien por ciento de la carga y en ese caso la acción que se toma se llama aligeramiento, es decir, ya no le ponen las 6.000 toneladas al convoy sino que lo bajan a 5.000 toneladas”. En ese sentido, destacó que sí hay continuidad del servicio, pero los convoyes no pueden movilizar tanta carga como normalmente.
El secretario de Ambiente de Barrancabermeja, Henry Parra, señaló que evidentemente la mayor dificultad que tienen en su municipio tiene que ver con el bajo nivel del río para la navegación.
“El escenario que se nos espera es muy incierto porque depende de las precipitaciones que tenga la cuenca en el interior del país, si allá no llueve lo que va a pasar es que se viene una sequía mayor”.
El gerente de operaciones de la Naviera Fluvial Colombiana, Raúl Muñoz, le dijo a Colprensa que la navegación para embarcaciones de gran calado está cerrada, y los puntos críticos están ubicados en San Pablo y Puerto Wilches.
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