Familias desplazadas por la violencia que habitan en Sincelejo vieron por fin el sueño de tener una vivienda digna hecho realidad, su “Tierra Prometida”, tal como se llama la urbanización que fue entregada por el Banco Agrario y el Gobierno Departamental, luego de varios años de estarse ejecutando este proyecto.
Amaury Hernández, asesor de proyectos especiales de la Gobernación de Sucre, explicó durante el acto inaugural de la Urbanización, que el proyecto en un principio se denominó Peñata 1 y 2.
“Inició en el 2007 con la formulación y presentación del proyecto ante en el Banco Agrario, pero su ejecución empezó en octubre de 2010 y fue concluido este año. Por varias razones se atrasó, en primer lugar iba a construirse en un predio denominado Villa Sandra en donde estaban ubicadas las familias desplazadas por la violencia beneficiarias, pero no se ejecutó allí porque el predio presentaba problemas ambientales, había un arroyo que cruzaba por el lote y tubería caño Limón Coveñas lo que lo hizo inviable”, explicó el funcionario.
Ante esto, la Gobernación de Sucre compró un nuevo lote de tres hectáreas y media, e inició la gestión para lograr recursos para las obras de acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, andenes, bordillos y cuentas, se presentó un proyecto a la Unión Europea, Ecopetrol, y Fundación Fides.
La inversión en las 175 viviendas fue de $3.500 millones aportados por el Banco Agrario y un 20 por ciento de la Gobernación de Sucre.
Al acto de inauguración acudió el gobernador Julio Guerra Tulena, quien indicó que es muy significativo que hoy estas familias cuenten con un techo digno que les permite tener arraigo y posibilidades de seguir adelante.
Las viviendas fueron culminadas hace más de un mes y recibidas a satisfacción por el Banco Agrario. Están construidas cada una en un área de 38.5 metros cuadrados con los ambientes necesarios para que las familias vivan de manera digna.
Por su parte, Jeny Berocal, una de las beneficiarias en representación de la comunidad, dio gracias a Dios por este regalo y a las entidades que hicieron posible el sueño de tener una vivienda digna. “Gracias a proyectos especiales y entendimos los motivos por las demorar en las obras y esperamos que no nos abandonen. Necesitamos una adecuada vía de acceso, un parque recreacional para nuestros niños y la instalación de servicios públicos domiciliarios con los que no contamos como es el gas natural”, expresó.
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