Tiene diecinueve años y en este momento de su vida está entrenando para ser el mejor motocrosista de Colombia, sin dejar de enfocar ni un solo instante su máxima meta que es convertirse en uno de los mejores del mundo.
Vive y creció en Medellín, pero tiene raíces sabaneras, sus abuelos paternos viven en Corozal, población que nunca olvida y visita varias veces al año, sobretodo en época de Navidad y Semana Santa.
También tiene familia en Cartagena (Bolívar) y en Montelíbano (Córdoba), se llama Pablo Mogollón Montoya y según los expertos del deporte actualmente es uno de los prospectos colombianos en la disciplina del motocross, El Universal habló con él.
¿Cuándo hiciste contacto con el motocross?
“Bueno, yo considero que entré a este mundo muy tarde, pues primero practiqué bicicrós desde los cinco años y mis padres me dijeron que me regalarían una moto si quedaba bien en las competencias. Entonces yo, siendo un niño empecé a jugar con motocicletas de juguete haciendo pequeñas pistas con pantanos y rampas, siempre anhelando tener una de verdad, hasta que mi padre me la regaló a los quince años”.
¿Cuál fue esa moto y que lograste hacer con ella?
“La historia es muy chistosa, recuerdo que era una YZ 85 modelo 2008, pero casi siempre que iba a la pista se varaba, pues no le sabía hacer bien el mantenimiento, lavarle el filtro y engrasarle la cadena y esas cosas”.
¿Ya querías entrar a nivel competitivo?
“No, en ese entonces mi objetivo no era correr, solo quería divertirme, además mi nivel era demasiado malo como para competir, estábamos en el 2012 y ya finalizando el bachillerato fue cuando empecé a tomar en serio este deporte. En ese momento de mi vida no sabía que estudiar, todos los fines de semana se los dedicaba a mi moto y vi que mejoraba cada vez más y empecé a correr los campeonatos nacionales y siempre quedaba entre los cinco primeros”.
“Apenas terminé el colegio mi papá me dio de regalo un año sabático para que se lo dedicara a la moto y mejorara aun más, pues era lo que realmente me gustaba y fue cuando me lo tomé profesionalmente”.
¿Heredaste el motocross de algún familiar?
“Pues de mis padres no, a ellos no les gusta el motocross, aunque si me apoyan, pero yo tuve un tío que fue muy importante en mi vida y cuando yo era un niño él cada vez que había una carrera me llevaba a verla y se puede decir que fue quien me impulsó hacia este deporte”.
¿Estás al día, considerando que empezaste tarde?
“No sabría decirte, pues nadie sabe cual nivel tendría en este momento de haber empezado a los cuatro o cinco años, pero tengo más ganas que aquellos que iniciaron jóvenes, pues mientras ellos se aburren yo me emociono más con esto”.
¿Has vivido el motocross en Estados Unidos?
“Si, trato de ir cada año a los Estados Unidos para mirar los métodos de entrenamiento, medir yo mismo mi nivel y ver como evoluciona la técnica actual de manejo, pues es un deporte que no para de evolucionar”.
“En los Estados Unidos, que es el país número uno en este deporte, se utiliza otro tipo de manejo, pues allá se corre en zanjas blandas, mientras que acá en Colombia se compite solo en terreno duro”.
¿En qué categoría corres en Estados Unidos?
“Bueno allá hay cuatro categorías, Profesional, Intermedia, Novatos y Principiantes, yo corro actualmente en la intermedia, es la división anterior a la máxima que es la profesional”.
¿Quién es tu piloto referente, ese al que te gustaría imitar?
“Siempre admiramos y buscamos seguir los pasos del campeón y esas cosas, pero yo tengo como referencia un piloto de los Estados Unidos que se llama Dean William, quien además es amigo mío y lo admiro mucho, pues es un gran motocrosista y persona”.
¿Para ti cuál es la marca de la mejor moto de motocross?
“He tenido la oportunidad de ensayar todas las marcas y la verdad, todas son excelentes, unas tienen pequeños detalles ausentes en las otras y viceversa, creo más bien que es el color o la marca que prefieras”.
¿Cómo fue tu accidente en USA?
“Bueno estaba entrenando en una pista recién hecha, el terreno estaba muy blando y las ruedas de las motos se hundían mucho. Según me cuenta un amigo, yo entré sentado al saltó, la moto me disparó hacia adelante y caí de cabeza quedando inconsciente por veinte minutos”.
“Había sufrido un pequeño sangrado en mi cerebro y luego de cuatro exámenes vieron que la hemorragia había parado y duré mes y medio alejado de las motos, luego regresé y poco a poco fui perdiendo el miedo hasta superarlo completamente”.
¿Cómo ves el motocross nacional y el sucreño?
“El nivel nacional está excelente, podría decir que es uno de los mejores de Latinoamérica, no está como el de los Estados Unidos, pero está muy bueno. Y en Sucre veo que el nivel ha mejorado, lo que hay que darle es tiempo, pues este es un deporte nuevo en ese departamento.
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