Con decenas de viviendas y establecimientos apedreados, múltiples personas lesionadas y un profundo ambiente de tensión, amaneció ayer el municipio de Cantagallo, en el sur de Bolívar.
Una asonada se tomó la población desde las 4:30 de la madrugada, como resultado de una intensa protesta de los habitantes, quienes desde el pasado 18 de febrero exigen a los gobiernos municipal y nacional atención ante la aguda crisis en la prestación del servicio de salud dentro del municipio. El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) intervino en los desmanes. (Lea aquí: Protesta termina en asonada con heridos en Cantagallo, Bolívar)
La sede de la Alcaldía y del Concejo fueron víctimas de los ataques a piedra y palo. Incluso, la vivienda de la alcaldesa, Yaneth Esther Cortez Díaz, fue objeto de la arremetida. Según allegados a la mandataria, varios hombres destruyeron la puerta, habitaciones y sala de la casa, iniciando un saqueo y llevándose dinero en efectivo.
Aunque inicialmente algunos portales de Internet reportaron la muerte de una persona a cuenta de los desmanes, habitantes de la población lo desmintieron, asegurando que se trató Oscar Luis Peña Redondo, un anciano que falleció de manera natural casualmente al inicio de la asonada. Sin embargo, confirmaron que al menos dos hombres están heridos de gravedad.
Situación delicada
Como reportó este medio el martes, en el hospital local de Cantagallo solo se presta el servicio de urgencias, los colegios oficiales no dan clases, el comercio cerró sus puertas y no hay forma de entrar o salir de la población porque las vías de acceso están bloqueadas por un sector de la comunidad que dice estar inconforme por distintas situaciones. (Lea aquÍ: Cantagallo pide que se resuelva crisis de salud)
Las sedes del Concejo y Alcaldía de Cantagallo también están cerradas desde el inicio de las protestas, en las que los manifestantes han exigido la instalación de una mesa de diálogo con la presencia de autoridades del Gobierno nacional en busca de superar la crisis de salud, ya que aseguran que la Alcaldesa y el gerente de la ESE del municipio, Orlando Montoya, no han podido resolver la situación.
De acuerdo con relatos de residentes de Cantagallo, en el hospital local de la población no hay médicos permanentes, las ambulancias están fuera de servicio y la infraestructura está en mal estado. A eso, le suman otras problemáticas por la falta de agua y manejo de basuras, que sirvieron como detonantes para las protestas.
La primera mesa de concertación entre la Alcaldía y manifestantes se hizo el jueves y concluyó con el compromiso de que la Alcaldesa convocaría a entes de control a nivel nacional, sin embargo, esto no se ha dado. Según explicó la mandataria al diario Vanguardia Liberal, ya ofició a la Procuraduría General de la Nación, Fiscalía y Ministerio de Protección Social, pero está a la espera de una respuesta de algún representante de estas entidades durante los próximos 15 días.
Al parecer, la falta de soluciones visibles habría desesperado a la comunidad ayer en la madrugada, que se dirigió a la casa de la Alcaldesa en busca de respuestas. El lugar estaba desocupado y se conoció que la mandataria y su familia viajaron a Barrancabermeja, en Santander.
“Guerra política”
De acuerdo con lo manifestado a El Universal por Saúl Argumedo, exsecretario de salud de Cantagallo, la crítica situación es resultado de diferencias entre la Alcaldesa y el Gerente de la ESE del municipio.
“Hay una situación de salud muy delicada y esto es responsabilidad de la mandataria, porque ella entró en una guerra política con el Gerente de la ESE, un odio absurdo que no ha permitido avanzar en absolutamente nada de los problemas con los que venía el sistema de salud en Cantagallo, lo cual tampoco nos permitió trabajar a nosotros. Aunque el Gerente es poco diligente, la Alcaldesa siempre le amarró los dineros. Ella decía abiertamente que él no podía coger ni un peso porque él es un enemigo político de ella. Eso es lo que conllevó a que la comunidad saliera a protestar”, aseveró el exsecretario de salud.
Al final de la tarde, el coronel James Céspedes, comandante del primer distrito de la Policía del Magdalena Medio, manifestó que el municipio estaba “en normalidad y bajo control de la Policía”. Confirmó la captura de cuatro personas tras la asonada.
Comentarios ()