La palabra ‘jubilación’ viene del latín ‘iubilare’, que significa “gritar de alegría”. Esta palabra resume a la perfección la sensación de cualquier persona cuando logra pensionarse y sabe que, en teoría, no debe preocuparse por trabajar nunca más. A pesar de esto, en algunos casos, esta nueva etapa se vive a la inversa y el ‘jubilado’ puede caer en una grave depresión.
Para muchos adultos la llegada de la jubilación es un momento difícil, ya que tienen que dejar el empleo que han venido desempeñando por años. Esta sensación de romper con la rutina puede generar muchas preguntas que, de no resolverse, se convertirán en un verdadero dolor de cabeza. Algunas de las interrogantes son: ¿a qué me voy a dedicar? ¿todavía sirvo para algo? ¿qué voy a hacer con todo el tiempo que voy a tener?
Antes que todo, hay que recordar que en Colombia las mujeres se jubilan a los 57 años y los hombres a los 62. Al cumplir este requisito, y romper con la rutina laboral, surgen muchos sentimientos encontrados que, según Esperanza Quintero, gerontóloga de Comfenalco, son muy normales durante esta etapa de transición.
“Esto no solo sucede con la pensión sino que es una experiencia que vive todo ser humano cada vez que se realiza un cambio importante en la vida. Sin embargo, de no saberse manejar, puede desenlazar en un trastorno depresivo que aparece por una falta de planificación por parte de la persona que se jubila”, sostiene.
Como explica Quintero, todo cambio marca un antes y un después en la vida de toda persona. Para algunos este cambio se puede convertir en una crisis, mientras que otros lo pueden ver como una recompensa a tantos años de actividad laboral. La experta manifiesta que “todo este proceso parte de la planificación de nuestro proyecto de vida, ya que desde ese momento debemos organizarnos en todos los aspectos importantes, para cuando llegue la jubilación”.
Diferentes puntos de vista
Según explica la gerontóloga, hay una diferencia sustancial entre las personas que sí tienen un plan para su jubilación y las que no. “Por lo general los adultos que esperan este momento con alegría son aquellos que se han tomado el tiempo de elaborar un plan de lo que van a hacer. Por ejemplo, muchos piensan en nuevos emprendimientos o lugares que quieren visitar”, señala Quintero.
La profesional agrega que una persona que no ha planificado nada para cuando llegue la jubilación puede presentar una crisis de negación y algunos cuadros de ansiedad o depresión por la cantidad de tiempo libre que tiene, especialmente cuando no ha desarrollado actividades extras durante su vida laboral.
“En Colombia hay una tendencia que se manifiesta de manera diferente de acuerdo con el género del trabajador. Las mujeres que terminan esta etapa, en la que han trabajado durante años, dedican su tiempo a las labores domésticas, lo cual evita que las afecciones mentales aparezcan. Los hombres, por su parte, son quienes por lo general no planean qué ocurrirá luego de terminar la etapa laboral. Por esta razón el sexo masculino es más propenso a sufrir afecciones emocionales”, explica Esperanza Quintero.
Algunos consejos
Actualmente son muchas las empresas que se preocupan por la transición de sus empleados de la vida laboral hacia la jubilación. Algunas los ayudan, hasta dos años antes, a escribir o modificar su proyecto de vida para que se acople a esta nueva etapa. Este trabajo tiene como fin que el trabajador idee planes que pueda implementar en el futuro cercano.
Igualmente, la familia juega un papel fundamental durante la jubilación, ya que las personas pensionadas pueden llegar a sentirse solas durante este momento y, en ocasiones, llegan a sentirse en estado de abandono.
“En Europa hay una tendencia a que los jubilados entren en depresión y se suiciden. En Colombia la estadística es muy diferente, ya que nuestros adultos sí presentan cuadros depresivos pero la prevalencia al suicido es muy baja, lo cual tiene que ver mucho con la cultura de familia que tenemos.”, sostiene Quintero.
Teniendo este importante dato en cuenta, la gerontóloga Esperanza Quintero dice que el principal consejo para las personas que están a punto de jubilarse es pasar tiempo con su familia, ya que cuando se está en etapa laboral es muy poco el que se le dedica. Además, anota que es importante que “no olviden realizar su proyecto de vida, ya que esto les ayudará a hacer planes en el ámbito financiero y social. Al mismo tiempo hay que revisar qué cosas quedaron pendientes por el trabajo y se pueden hacer ahora: viajar, aprender a tocar algún instrumento, aprender otro idioma y, lo más importante, disfrutar de los nietos”.
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