En promedio, un ser humano puede invertir más de veinte años de su vida durmiendo. Muchos dirían que dormir es una pérdida de tiempo.
Aunque ésta es sin duda una cifra alarmante, las consecuencias por no tener un sueño suficiente pueden ser muy peligrosas. Es por esto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que dormir no es un placer sino una necesidad.
Una sola noche sin dormir puede ocasionar pérdida del tejido cerebral, pues los niveles de la sangre de las moléculas cerebrales aumentan, generalmente por un daño cerebral.
De acuerdo con lo establecido por la OMS, una persona en promedio debe dormir de 7 a 8 horas diarias para mantener en óptimo estado físico, emocional y mental.
Según la Fundación Nacional del Sueño en Estados Unidos, dormir menos de seis horas triplica la probabilidad de tener un accidente por conducir con sueño debido a los efectos en la coordinación ocular.
La falta del buen sueño afecta no solamente el rendimiento durante la vigilia, sino que influye en la salud psicofísica. En esa línea es que los expertos de OMS insisten en que el insomnio está entre las patologías crecientes más preocupantes en el mundo, que ha empeorado por los malos hábitos de las personas al descansar.
Cuando una persona no descansa lo suficiente, tiende a consumir cantidades más grandes de comida con un número mayor de calorías y carbohidratos. Igualmente, será más propensa a elegir alimentos ‘chatarra’, aun cuando no tenga hambre.
A pesar de que es mayor el numero de personas que invierten menos tiempo en dormir, son múltiples las investigaciones que argumentan su importancia:
Diversas pruebas para estudiar la falta de sueño durante varios días dieron como resultado que, después del tercer día sin dormir, suelen manifestarse alucinaciones y locura temporal. Los estudios demuestran que las probabilidades de sufrir alguna enfermedad psiquiátrica aumentan en 40 % cuando los problemas para dormir se vuelven crónicos.
Un reciente estudio de la Universidad de Texas, determinó que las personas que duermen poco, después de 7 noches ya presentan alteraciones genéticas que podrían desencadenar serios problemas como obesidad, enfermedades del corazón, perdida de la memoria, entre otros.
La Clínica de Mayo de Estados Unidos realizó una investigación que arrojó como resultado que quienes no duermen bien son más propensos a padecer un accidente cerebrovascular. Es decir, las personas adultas que duermen 6 horas o menos tienen hasta 4 veces más riesgos de presentar los síntomas de un accidentes cerebrovascular.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, se tiene doble riesgo de pólipos colorrectales, los cuales pueden ser malignos con el paso del tiempo. También lo relacionan con el cáncer de mama.
También puede afectar la fertilidad. Según un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology manifestó que de los jóvenes que confesaron sufrir alteraciones del sueño, el 29 % tenía menos concentración de esperma en su semen.
El sueño limpia la memoria a corto plazo y deja espacio para más información. En este sentido, se ha demostrado que una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en casi 40 %.
Además de las pérdidas de memoria y recuerdo, una persona que permanece despierta se vuelve más lenta y menos precisa, por eso, la falta de sueño puede provocar una alteración en el habla y dificultad para aprender, crear y resolver problemas.
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