Conozca las causas del "gatillazo"; cuando el hombre falla en el sexo

05 de agosto de 2014 08:06 AM
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El ‘gatillazo’ nunca avisa. Suele presentarse en momentos de alto voltaje sexual. Cuando el hombre lleva semanas esperando acostarse con alguien, ya sea porque se trata de una relación a distancia o porque hace mucho tiempo que esa persona le atrae. O cuando está ante una mujer muy atractiva y ‘hot’, que hace que su ‘arma’ se desactive sorprendentemente.

Él entonces se flagela con la idea de que “no está dando la talla” y ella se autoreprocha: “¿Qué estoy haciendo mal?”, “¿Será que no le gusto?”.

Estamos hablando de cuando la erección sí sucede, pero luego desaparece y el pene “se desinfla”. Lo que ocurre físicamente es que el cuerpo cuando se siente amenazado, segrega adrenalina, sustancia que genera la contracción vascular, y con ella la pérdida de erección.

No se trata de una disfunción -si la situación no es persistente- si no algo situacional, esporádico y transitorio, de fácil recuperación. Por eso también se le llama “impotencia situacional”.

Es normal que esto alguna vez en la vida sexual de los hombres ocurra por razones como cansancio, fatiga o falta de concentración. Los sexólogos también lo atribuyen al estrés, la falta de sueño prolongado, el sentimiento de culpabilidad, la información sexual inadecuada, la falta de interés por la pareja, el miedo al embarazo, la autoexigencia y la inseguridad.

También pueden incidir factores externos, como problemas laborales, un ambiente antierótico y la poca pericia de la pareja al estimular al hombre.

Se vuelve patológico cuando la ansiedad bloquea tanto la mente, que es imposible pensar en fantasías sexuales y disfrutar de la relación sexual, y la persona es espectadora de su propia erección.

“Muchos problemas de la erección son causados por factores emocionales fáciles de corregir, como la ansiedad al desempeño, el miedo al rechazo femenino, la anticipación de la impotencia a causa de algún episodio pasado y momentáneo de dificultad en la erección, excesiva preocupación por la satisfacción de la mujer y culpa inducida culturalmente acerca del goce sexual”, dice Frauky Jiménez Maso, psicóloga clínica.

Es normal que durante el acto sexual se produzcan pérdidas de tensión en la erección o desvanecimientos por causas naturales. Por ello, el sexólogo Ezequiel López Peralta recomienda que no hay que pensar que se está sufriendo de un problema de disfunción eréctil más serio que un ‘gatillazo’. Mas bien aplique el consabido dicho “relájese y disfrute”. Aquí unos consejos.

Cómo recargarlo

Practicar diversas técnicas de relajamiento y liberación de estrés puede ser muy útil. Si las causas del gatillazo son debido a nervios, estrés, presión o mucha inseguridad, se debe buscar despejar la mente de preocupaciones y miedos.

Es fundamental conocer su propio cuerpo y la manera en que este reacciona. Hay que encontrar el momento y el lugar oportuno para tener una erección más cómoda y segura.

El ‘gatillazo’ también puede ocurrir como consecuencia de una alimentación pobre y un alto consumo de drogas y alcohol, por lo cual se deben cambiar los hábitos y convertirlos en saludables.

Existen también productos que pueden ayudar a no fallar a su pareja que actúan tomándolas 30 minutos antes de mantener relaciones. Pero es recomendable antes de acudir a estos, consultar a su médico.

“Si el ‘gatillazo’ se vuelve frecuente lo más conveniente es buscar ayuda con un terapeuta sexual. Los estímulos psicógenos incrementan un pensamiento o fantasía erótica y se visualizan escenas excitantes de contenido sexual”, aconseja la teraupeta de pareja, Frauky Jiménez.
Consejos para ellas

‘El gatillazo’ se relaciona con la seguridad y la autoestima masculina. Cualquier aspecto relacionado con este tema puede dañar e incrementar el problema. Por eso, se aconseja a la mujer que si su pareja padece este impase, lo trate a él con mucho tacto. ya que sino se podría incrementar.

Se recomienda dejar pasar un rato y volver a intentarlo, pero sin presión ni nerviosismo. Los sexólogos dicen que se puede ‘volver al ring’ y conseguir un momento ideal. Si se supera este ‘impase’, las otras oportunidades serán mejores, debido a que crecerá el nivel de confianza en la pareja.

La mujer no debe tomarse la situación como algo personal. Según Ezequiel López Peralta, “esto no sucede porque ella no sea atractiva o excitante, al contrario, quizás él se siente tan atraído o incluso enamorado que se preocupa demasiado por no fallar... y su pene no funciona”. El experto dice que resultan letales los comentarios y preguntas del tipo “A ninguna pareja mía le había pasado esto”, “¿Será que yo te gusto?” y ni hablar del “¿a tí te atraen las mujeres?”.

La clave para ella es ayudarlo a que se relaje, buscar juegos que persigan ese objetivo como una ducha juntos, unas cuantas caricias en todo su cuerpo y no centrarse en la erección.
Consejos para ellos

Los hombres, en su mayoría, le dan más importancia al ‘gatillazo’ de la que se merece, porque lo asocian con la falta de hombría y se culpan a sí mismos.

Recuerde que el mayor estimulante es el cerebro, mantenerse concentrado en lo que se está haciendo y saborear cada caricia es la clave para evitarlo.

Ante la aparición de un ‘gatillazo’, algunos pueden reaccionar con tanta inseguridad que se condicionan cada vez que tienen relaciones sexuales, entrando en un círculo vicioso. El miedo al nuevo fracaso es el que impide la erección, anticipando la dificultad y, al mismo tiempo, creándola.

Obsesionarse con sostener la erección aumenta la posibilidad de que esto vuelva a ocurrir, porque el factor sicológico prima y si el hombre no se deja llevar en la relación sexual, pensando en conseguir la erección.

No hay que enfocarse en mantener la erección para complacer, sino comunicarle a la pareja las preferencias, manteniendo la complicidad y la confianza suficientes para decir que hoy no apetece y no hacerlo “por cumplir”.

“Hablar con su pareja y expresarle lo que de verdad siente hará que no caiga en problemas de baja autoestima. Es clave el apoyo de la mujer”,dice la sexóloga Frauky.
Causas

El estrés es uno de los factores más comunes para fallar. Si él ha estado sometido a mucha presión, o la situación es incómoda, o está pensando problemas laborales o familiares.

En hombres jóvenes es común que esta situación ocurra por ansiedad más que por una condición médica. La erección es un reflejo que se activa con un estímulo sexual, ya sea visual, imaginario, de tacto, entre otros, y cuando por la ansiedad de “no fracasar” se está muy pendiente del pene, la respuesta no se produce.

Los hombres de menos experiencia sexual y de baja autoestima están tan preocupados por satisfacer a la mujer y no quedar mal ante ellas, y en vez de disfrutar de los juegos eróticos están monitoreando su erección.

También a medida que se avanza en años hay otro tipo de factores los circulatorios, los daños vasculares, la hipertensión, las enfermedades neurológicas, la diabetes o de tipo hormonal que influyen.

El consumo de alcohol, cigarrillo o de alucinógenos puede incrementar aún más el problema. 

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