Con la entrada al colegio, son muchos los detalles que los padres, siempre en compañía de profesores, pueden notar en el comportamiento y salud de sus hijos, todos con el fin de remediarlos antes de que sea demasiado tarde.
Uno de estos puntos tiene que ver con la salud visual, que debe tenerse en vigilancia desde el mismo nacimiento y detectar oportunamente anomalías que se pueden corregir, indica la optómetra Heidy Visbal, quien agrega que en esa primera etapa escolar se pone a prueba todo el sistema visual y la coordinación ojo-mano se hará efectiva.
De existir algo que esté impidiendo este proceso, el ojo se encarga de dar la alerta. La edad para notar las dificultades va de tres a doce años, etapa de plasticidad que resulta ideal para corregir cualquier problema naciente, afirma la doctora Visbal.
Los padres son los primeros responsables de la salud de los niños, y siempre deben estar atentos ante los siguientes signos de alerta. A continuación se enuncian algunos signos para tener en cuenta.
Si el niño debe acercarse mucho a la pantalla del televisor, o en el caso más avanzado, al computador o tableta.
Constante frotado de ojos, en ocasiones uno más que el otro. Se descarta cuando presenta señales de sueño o cansancio.
Cuando entrecierra los ojos para ver de lejos.
Ojos no alineados, sea hacia adentro o hacia afuera. Esta condición también se asocia cuando el niño cierra un solo ojo ante la luz intensa (sol).
Cuando el niño se tropieza con frecuencia y calcula mal las distancias.
Alinear los pies en tratamiento ortopédico también es importante en los problemas de estabilidad.
Verificar que el niño no adopte posiciones extrañas con la cabeza, pues evidencian un signo de no alineación en ojos.
La fotofobia intensa y prolongada, pues se asocia con un defecto refractivo.
Restricción del campo visual que se detecta con el constante tropiezo con objetos a su alrededor.
Cuidado con los abusos
James E. Sheedy, investigador de Optometría de las universidades estadounidenses Estatal de Ohio y del Pacífico, indica que uno de cada siete pacientes que acuden a una revisión visual tiene síntomas primarios relacionados con el uso del computador.
Picor, enrojecimiento y sequedad de los ojos son algunos de los síntomas relacionados con el Síndrome Visual Informático o SVI, que la Academia Americana de Optometría lo define como el conjunto de signos y síntomas oculares y visuales relacionados con el uso excesivo del computador en condiciones ambientales adversas.
Según el investigador de Optometría, “la mayoría de la población está frente a una pantalla más tiempo del recomendable, que serían unas dos horas al día, muy lejos de las 10 horas y media que pasan los menores de 30 años; de las 9,3 de personas entre 31 y 45 años; de las 8,3 en adultos de 46 a 60 años; e incluso de las 3,8 en personas mayores de 60”.
Por otra parte, “con tantas pantallas en nuestra vida, el uso de la visión de cerca ha aumentado de forma exponencial, y es fundamental que sea eficiente”, comenta Joan Gispets, decano de la Facultad de Óptica y Optometría de la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech.
“Mirar a una distancia muy corta provoca un esfuerzo superior de enfoque al empleado en la visión de lejos" , según Gispets, que añade que “en los celulares y las tabletas, el factor de la distancia es primordial, porque el tamaño de la pantalla y de la letra es más pequeño, y ello nos induce a acercarnos aún más”, añade el experto.
Gispets recomienda apartar la mirada durante 20 segundos cada 20 minutos enfocando a una distancia de seis metros; utilizar una iluminación adecuada, evitando los reflejos en pantalla; adoptar una postura correcta; y cuanto más separada esté la pantalla de sus ojos, mejor.
Recomendaciones
Visitar al optometrista cada uno o dos años es lo más recomendable, aún cuando no se haya detectado algún problema con los ojos. En el caso de los niños, se aconseja comiencen a ir desde los 3 años a revisión.
Con los lentes cuidado con los cristales arañados y armazones flojos. Las gafas son como asistentes para la vista y se les debe dar el mantenimiento adecuado para que permanezcan como nuevas el mayor tiempo posible.
El antirreflejo en los lentes es muy necesario, pues ayuda a que los ojos convivan mejor con las luces artificiales y no se esfuercen en enfocar.
Los lentes de contacto requieren de una estricta rutina de limpieza cada vez que se les va a poner o quitar; no hacerlo puede derivar en una infección.
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