Recientemente la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, FDA, por sus siglas en inglés, dio luz verde a la comercialización de nuevos medicamentos para el tratamiento de la obesidad.
Y si bien usarlos dependerá en buena medida de la prescripción médica, tal como se hace actualmente con algunos de ellos en Colombia, acudir a este tipo de alternativas para perder peso y ganar en salud no es la opción más recomendable.
"Hay mucha polémica si se deben prescribir o no medicamentos. Si consideramos ya a la obesidad como una enfermedad debemos manejarla como tal, de hecho es una enfermedad crónica. Muchas veces con solo dieta, ejercicio y cambio de hábitos no siempre se logra, entonces necesitamos recurrir a ciertos medicamentos. Aunque ya hay cinco aprobados en Estados Unidos para eso, que permiten que la persona pueda bajar de peso, lo que tenemos es que crear conciencia de que esos medicamentos son solo de uso crónico", advierte Iván Darío Escobar, presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, Funcobes.
¿Cómo actúan?
En resumen disminuyen el apetito, actúan en el centro de la saciedad y tienen efectos sobre el estado de ánimo. Esto último permite que mejore la actitud de los pacientes, disminuye la ansiedad que los hace comer muy seguido, muy hipercalórico y que difícilmente les permite hacer dietas.
"Actuando sobre ese centro anímico se disminuye el apetito pero actúa sobre el centro de la saciedad sintiéndose más llenos que cuando no estaban tomando el medicamento", señala el internista Jorge Mario Villa.
OBESIDAD EN EL MUNDO SEGÚN OMS
La Organización Mundial de la Salud, OMS, señala que:
• El 65 por ciento de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal (estar por debajo del peso que se considera saludable)
• En 2012, más de 40 millones de niños menores de cinco años padecían de sobrepeso.
• Desde 1980, la obesidad casi que se ha doblado en todo el mundo.
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