Es entre las 12 y las 16 semanas de gestación que el oído del ser humano comienza a desarrollarse, según señalan los expertos. Incluso, advierten que la respuesta a los sonidos empieza a percibirse cerca a las 24 semanas y unas más tarde, a reconocer su entorno a través de los sonidos, las voces del padre, de la madre, de sus familiares.
Estas razones resultan más que suficientes para cuidar la audición del feto durante el embarazo, un aspecto a veces poco contemplado. Explica el otólogo José Antonio Rivas, que de mil nacidos, entre tres y cuatro de ellos desarrollan problemas auditivos, y cerca de la mitad de estos casos se deben a una predisposición genética.
Si bien esta última condición no se puede evitar, aquí algunos consejos para prevenir que los bebés presenten este tipo de complicaciones:
- No fumar. Hacerlo puede influir en el desarrollo de la cóclea en el oído interno.
- Evite ambientes con ruidos excesivos.
-Lávese las manos con frecuencia, así protege contra las infecciones del citomegalovirus, un herpes virus simple. Cuando se transmite de la madre al hijo durante los primeros tres meses de embarazo, este puede producir pérdida de audición, también conocida como hipoacusia.
“La intervención temprana es fundamental para el desarrollo del habla del niño, además del desarrollo educativo, social y emocional”, agrega el especialista. Finalmente, hay que tener en cuenta que todos los recién nacidos sin excepción deben ser examinados antes de cumplir el primer mes de edad y tener un chequeo cada tres meses hasta alcanzar el primer semestre de vida.
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