El desconocimiento es la principal causa de que 398 mil colombianas, según el último informe del Instituto Guttmacher de Nueva York, arriesguen su vida cada año en clínicas clandestinas de aborto. Desde 2006, con la sentencia S-355, la Coste Constitucional legalizó el aborto en Colombia para casos específicos, y las entidades de salud están obligadas a realizarlos en condiciones óptimas para el cuidado físico y mental de las pacientes.
La sentencia, que abrió las puertas de la legalidad a la interrupción voluntaria de embarazos, aclara que solo hay tres causales para que una mujer aborte: cuando existe algún riesgo para la salud física o mental de la mujer; malformación fetal que lo haga incompatible con la vida extrauterina al momento del parto; y si el embarazo es producto de violación. Las mujeres embarazadas que estén pensando en interrumpir el proceso de gestación, y cumplan con alguna de estas causales, lo pueden hacer con toda la seguridad, acompañamiento y demás garantías que puede ofrecer un centro de salud.
Jonathan Vargas, gerente de la regional norte de Profamilia, IPS que se especializa en temas de salud sexual y reproductiva, sostiene que de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), solo el 5,1% de las mujeres y el 4,2% de los hombres conocen los tres casos en los cuales están despenalizados los abortos. No saber a qué tiene derecho ni cómo reclamarlo, termina obligando a las mujeres a someterse a este tipo de intervenciones en sitios que no cumplen con los estándares de calidad necesarios.
“Las mujeres ponen en riesgo su vida innecesariamente. El embarazo se puede interrumpir en una clínica especializada si cumple con una de las causales que dicta la Corte Constitucional. Cuando se hace en la clandestinidad hay muchas cosas que pueden salir mal como, por ejemplo, daño en su aparato reproductor, infecciones y sangrado. Estas complicaciones pueden terminar en la muerte del paciente”, indicó Vargas.
Jonathan Vargas, gerente de la regional norte de Profamilia.
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Cifras nacionales revelan que, al año, cerca de 93 mil mujeres sufren complicaciones importantes a causa de un aborto clandestino. De esta cifra, un número importante pudo someterse a un aborto legal, en un centro de salud y equipo médico que garantizará su bienestar, pero por desconocimiento lo llevó a cabo en sitios que no cumplían con los requisitos.
Campaña para informar
El gerente regional de Profamilia resalta que la IPS adelanta actualmente una campaña de información sobre el aborto denominada “La decisión es tuya”, con la cual se busca concienciar a las mujeres de las opciones que tienen y se empoderen de la situación. Según explica, la decisión de someterse a un aborto legal es únicamente de la paciente, y puede hacerlo sin consentimiento del padre o su familia.
“Lo que buscamos es que las mujeres hablen del tema y sepan que hay clínicas que prestan el servicio de forma segura, con calidad y plena confidencialidad. Pueden acceder de manera autónoma. Asimismo, es importante que las mujeres sepan que el aborto es un servicio que hace parte del Plan Obligatorio de Salud (POS) y las EPS están obligadas a pagarlo. Hay EPS que aún tienen barreras que limitan el acceso, pero en Profamilia damos todo el acompañamiento para eliminar de manera eficiente estas barreras”, señaló Jonathan Vargas.
Sobre los casos que no están estipulados en la sentencia S-355, y por lo tanto no pueden interrumpir el embarazo de forma legal, el gerente explicó que las IPS como Profamilia tienen acompañamiento psicológico para las madres y, en caso de que definitivamente no quieran conservar al bebé, ayudan al proceso de entrega a casas de adopción.
Cartagena, sin cifras concretas
Debido a la naturaleza ilegal de las clínicas de aborto clandestinas, no hay una cifra sobre los procedimientos que se realizan en Cartagena, sin embargo, se presume una cifra alta por la presencia de explotación sexual, trata de personas y comercio y turismo sexual. A pesar de la falta de datos en torno a este tema, Profamilia reveló que anualmente atiende entre 200 y 300 abortos legales.
Sobre los rangos de edad, Vargas confirmó que tampoco hay una cifra concreta para Cartagena, pero aseguró que, a nivel nacional, las edades están entre los 18 y 25 años. “Siempre ha existido el estigma de que son las mujeres jóvenes y pobres son las que abortan, pero lo que encontramos en Profamilia es que no es así. Cualquier mujer puede estar expuesta a un embarazo no deseado ya sea de estrato 1 y 2 o 5 y 6”, finalizó el gerente de Profamilia.
Ante este panorama, queda claro que mientras las mujeres colombianas no tengan total claridad sobre sus derechos y deberes en un tema tan polémico como el aborto, a las salas de urgencias del país continuarán llegando miles de pacientes con vientres desechos por malos procedimientos. Más allá del concepto de “correcto” en este tema, hoy la ley colombiana habla de tes casos concretos en los que se permite interrumpir el embarazo y, como tal, la obligación del sistema de salud es garantizar el bienestar de quien, con seguridad, tomó una de las decisiones más difíciles de su vida.
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