¿Se ha preguntado alguna vez por qué se toma tres cervezas y tiene que correr al baño a cantar la canción Mi agüita amarilla de Los toreros muertos mientras descansa gloriosamente?
Pues hoy en el día internacional de esta bebida, la incógnita se resuelve con una respuesta: la cerveza está compuesta en un 90% por agua, lo que no solo hace que se comporte como tal, sino que también el sabor cambie de acuerdo al área geográfica donde sea hecha.
De acuerdo a información de Dow Water & Process Solutions, la cantidad y variedad de sales minerales que contiene el agua, afecta la características de la cerveza, tales como su sabor y la formación de su espuma.
Por ejemplo: el agua de Dortmund, Alemania, contiene carbonatos y cloruros, lo cual favorece estilos de cerveza como la lager o pale ale. En Dublín, Irlanda, el agua es dura, lo cual favorece la elaboración de una perfecta cerveza negra (stout). En cambio en Pilsen, República Checa, el agua es dulce y es muy adecuada para elaborar la cerveza pale lager.
Procesos del agua
El agua está compuesta por cierta concentración de sales minerales y según Verónica Silva, Account Manager para negocios de agua, “una de las más influyentes son el calcio, magnesio y carbonato, que de acuerdo a su concentración hace que el agua sea dura o blanda, que es lo que afecta el sabor de la cerveza; puede ser de forma negativa o positiva de acuerdo al tipo de cerveza que se esté fabricando”.
En Colombia, algunas fábricas usan el agua municipal, que es de baja dureza, o algunas tienen su propia planta de tratamiento, cuando la extraen de río, por ejemplo.
Ahora, los procesos para que el agua sea apta para fabricar esta bebida alcohólica son la clarificación, en la que remueven la turbidez del agua, o sea, eliminan las partículas que se ven en ella, le quitan transparencia y le brindan color; o la ultrafiltración que además de quitar esas sustancias, elimina bacterias.
El agua que pasa por estos procesos solo es apta para hacer cerveza. Además de la pureza del agua que se use, depende de la receta de cada cervecería. Así que, como lo dice Verónica, “estás tomando mucha agua cuando tomas cerveza, es normal que vayas muchas veces al baño (risas)”.
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