Este 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, una enfermedad que según datos de Globocan, en 2012 se registraron más de 450.000 nuevos casos y se presentaron más de 250.000 muertes en el mundo.
El linfoma se caracteriza por la aparición de masas en los ganglios, sudoración excesiva especialmente en las noches, fiebre, pérdida inexplicable de peso y de apetito y cansancio anormal, y en Colombia afecta a cerca de 3.590 personas y de los cuales 1.400 fallecen cada año.
Por tales razones, los especialistas hacen un llamado a la comunidad para que estén atentos a la aparición de síntomas que pueden ser signos de alerta sobre la presencia de linfomas, tipos de cáncer que se presentan en el sistema linfático, que es el encargado de transportar los linfocitos, sustancias vitales para el control de diversas infecciones.
De acuerdo con Myriam Rodríguez, especialista en medicina interna y hematología, cuando una persona padece de linfoma significa que sus linfocitos están fuera de control, es decir, que empiezan a crecer de manera anormal y en tamaños desproporcionados.
Según la especialista, la principal manifestación clínica de esta enfermedad es el crecimiento de masas tumorales en las regiones donde están ubicados los ganglios linfáticos como axilas, cuello, ingle, tórax y abdomen.
Según estadísticas de Globocan (Sistema de Información de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer), para el 2012 en Colombia se presentaron cerca de 3.590 casos (entre linfoma hodgkin y linfoma no hodgkin), es decir 7.9 casos por cada 100.000 habitantes, y cerca de 1.412 Pacientes fallecieron por cuenta de esta enfermedad.
PRINCIPALES TIPOS DE LINFOMAS
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, existen dos categorías básicas de linfoma. El primero es linfoma de Hodgkin, que se caracteriza por la presencia de un tipo de célula llamada célula de Reed-Sternberg.
El segundo es el de tipo No Hodgkin que incluye un grupo grande y diverso de cánceres de las células del sistema inmunitario. Este tipo de linfoma puede dividirse aún más ocasionando la aparición de cánceres que tienen una evolución lenta y otros que se caracterizan por su crecimiento rápido.
Rodríguez indicó que cerca del 75% de estos cánceres corresponden a linfomas no Hodgkin, que son los más agresivos y difíciles de tratar.
FACTORES DE RIESGO
Estudios han demostrado que existen ciertos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecer esta enfermedad:
- Sistema inmune debilitado.
- Tener ciertos tipos de infecciones como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), virus de Epstein-Barr (VEB), helicobacter pylori (H. pylori); virus linfotrópico humano de células T tipo 1 (VLHT-1) y el virus de la hepatitis C.
- Edad: Aunque se puede presentar en personas jóvenes, la posibilidad de padecer esta enfermedad aumenta con la edad. La mayoría de las personas con linfoma no Hodgkin tienen más de 60 años de edad.
Aparte de la aparición de masas o bultos en los ganglios linfáticos, existen otros síntomas que pueden ser la causa para sospechar de la presencia de linfoma.
- Sudoración excesiva, especialmente en la noche.
- Fiebre.
- Pérdida de peso sin razón alguna.
- Tos o falta de respiración.
- Debilidad o cansancio permanente.
- Dolor, inflamación o sensación de llenura permanente.
La especialista resaltó que el tratamiento básico para estos linfomas consiste en esquemas de quimioterapia, y en aquellos casos específicos del tumor se utiliza un esquema de quimioterapia en combinación con un anticuerpo monoclonal, que ha permitido mejorar las tasas de supervivencia sin que la enfermedad progrese.
Por último, recomendó a las personas estar muy atentas al crecimiento de masas anormales, principalmente en los ganglios, que no tengan relación con procesos infecciosos y que no mejoran. Aconseja además consultar oportunamente al médico, en caso de que los otros síntomas descritos anteriormente, progresen o se presenten por largos periodos de tiempo.
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