No sé ustedes, pero por muchos años escuché a mis tías del pueblo decir que no les gustaba el pollo “purina” porque hacía que las niñas se desarrollaran más rápido y además, porque cambiaba la tendencia sexual de las personas.
Si usted es uno de los que alguna vez pensó en que “las hormonas” que se le imprimen al pollo pueden darle una carga extra a su organismo haciendo realidad estos polémicos mitos, pues puede estar tranquilo.
No es verdad, en primer lugar, porque estos animales producen de manera natural la hormona del crecimiento y porque a los pollos no se les inyectan hormonas, pues hace más de 50 años, esta práctica fue prohibida. Y es que para suministrar hormonas, habría que tomar pollo por pollo, ¿cómo le parece?
La dieta de los pollos, está basada en maíz, sorgo (un cereal similar al maíz) y soya. También contiene proteínas, aminoácidos y minerales para que crezcan “grandes y fuertes”.
Por otro lado, el organismo del ser humano está diseñado para tomar de los alimentos, sólo lo necesario.
“Todos los alimentos que llegan al organismo de una persona se degradan. La carne de pollo sufre desde la masticación su proceso de simplificación. La saliva tiene una sustancia, que va degradando el pollo, (por eso es que dice masticar bastante los alimentos). Se tritura para llegar a sus componentes simples. En el estómago otra vez actúan ácidos y enzimas que lo degradan mucho más. Luego llega al duodeno, donde se degrada aún más. Al final, el organismo recibe sólo elementos simples, por ejemplo del azúcar la glucosa y la proteína como aminoácidos, así que por el hecho de consumir este alimento no quiere decir que la persona se va a “desarrollar más” o va a recibir “conductas”. Eso es falso”, explica el Ginecólogo obstetra, Rafael Díaz.
Los beneficios del pollo
“El pollo es una proteína de alto valor biológico, con bajo contenido graso en su parte magra, que por su fibra muscular es mucho más fácil de masticar por ser más blanda y al ser más fácil de masticar también se digiere rápidamente y se absorbe mucho más fácil”, señala a su vez Gloria Inés García, Nutricionista y dietista de la Universidad Javeriana.
La carne de pollo también es la más recomendada por los nutricionistas para bajar de peso, pues ofrece un alto contenido nutricional y un bajo contenido energético, con lo cual la persona puede aumentar paulatinamente la masa muscular y disminuir su grasa corporal.
Este alimento además, favorece la energía necesaria para hacer ejercicio y disminuir la fatiga.
Es fuente importante de ácidos grasos insaturados (poliinsaturados y monoinsaturados), especialmente omega 3 y 9 y contiene vitaminas del complejo B, como Tiamina, Ribloflavina y Niacina.
Es el alimento de preferencia de los deportistas por su alto contenido de hierro, pues ayuda a transportar el oxígeno a todas las células y es fundamental para el adecuado rendimiento físico del ser humano.
Finalmente en menor cantidad, pero no por eso menos importante, el pollo contiene vitamina D y calcio, nutrientes que son necesarios para los procesos de contracción y relajación muscular.
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