Responde el Dr. Jaime Acosta, experto en Psicología Clínica y Terapia de Parejas.
“Cada persona es única e irrepetible en razón a su crianza, experiencias y formas de ver el mundo. A menos que uno de los miembros de la pareja sea un apéndice del otro o una marioneta, es imposible que no existan desacuerdos.
Piénselo, si se tienen diferencias con padres y hermanos es difícil no tenerlos con la pareja. Sin embargo, la forma de resolver los desacuerdos no es callando lo que molesta porque todo tiene un límite.
Existen personas tan prudentes que no respiran, pero su vida es de infelicidad, y como decía Hipócrates: “cuando la boca no habla, el cuerpo grita”.
Hay que iniciar quitando del conflicto la palabra “irreconciliable” y analizar si en la pareja ese comportamiento es habitual o circunstancial. Resulta conveniente preguntar directamente, en lugar de tratar de interpretar hechos.
Hay que dejar las generalizaciones del “ tú siempre y tú nunca” en razón a que si analizamos estas palabras, no se ajustan a la realidad, ignoran los progresos o cambios y desmotivan para seguir adelante en la relación. La crítica permanente impide cambios porque el criticado se justifica y se le está recordando el error.
De otro lado hay que evaluar si el resentimiento es más grande que el amor, pues de ser así, no es posible el perdón. Obviamente el perdón debe estar acompañado de rectificación y de la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Si no se cuentan con las herramientas para resolver conflictos antes de tomar decisiones radicales, es conveniente buscar ayuda profesional que facilite crear un espacio para el diálogo, donde se haga una evaluación centrada en las causas y no en las consecuencias. Así se brindan herramientas prácticas para modificar estados emocionales y se adquieran nuevos repertorios de conducta.
Que se presenten diferencias es aceptable, lo inaceptable es que no se encuentren puntos de acuerdo en las diferencias y se pretenda idealizar la relación hasta el punto que cuando surgen los conflictos, la única opción es la separación. Es entonces cuando se toman decisiones apresuradas, dejándose llevar por el enfado".
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