Según los parámetros establecidos en el programa, a los beneficiados se les brinda atención en educación, crianza y formación familiar, salud, alimentación, recreación y participación ciudadana.
El convenio para la ejecución de la estrategia ‘De Cero a Siempre’ está conformado por la Presidencia de la República, los ministerios de Salud y Protección Social, Educación, Cultura; el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, el Departamento de Planeación y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Se estima que en Colombia hay 5.150.797 niños entre cero y seis años, que corresponden al 10,9 % de la población total del país. “De estos, más de 2.200.000 viven en condiciones de pobreza”, señaló la Coordinadora.
La sostenibilidad a largo plazo de la estrategia ‘De Cero a Siempre’ y la posibilidad de convertirla en una política de Estado, fueron los temas que colmaron la agenda del congreso.
“La prioridad que tiene la primera infancia en Colombia no permite una estrategia desarticulada ni pensada a corto plazo. Si queremos lograr el desarrollo integral de los niños en esta etapa, debemos tener una visión estratégica, que trascienda múltiples periodos gubernamentales y que cuente con el compromiso de todos los actores involucrados”, afirmó Alarcón.
A la fecha, el programa de atención se ha implementado en 25 departamentos, 300 municipios y 15 comunidades étnicas de Colombia. A nivel nacional, ‘De Cero a Siempre’ ha atendido 976.387 niños. La meta para 2014, es llegar a 1.200.000.
Alejandro Acosta, director de la Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano, Cinde, plantea que aunque la estrategia “es un gran avance de la construcción de una política pública en favor de los niños y el reconocimiento de sus derechos”, pero es necesario “mirar qué va a pasar con el programa con los cambios que está teniendo el país. El tema del posconflicto, la ruralidad, la superación de la pobreza extrema, cómo articular la política económica con la social y cómo resolver el problema del financiamiento”.
Por su parte, el Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, sugirió una mayor inversión en programas cercanos a la niñez temprana. “En el Sistema General de Regalías, ni la salud ni la primera infancia han sido priorizadas. Para esta última, que es la inversión más rentable, todavía no se ha creado conciencia entre los gobernadores y alcaldes de Colombia”.
Gaviria añadió que la primera infancia “jugará un papel determinante en la política de descentralización”.
Para Rafael de la Cruz, representante en Colombia del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, “la desigualdad en América Latina se gesta en los primeros años de vida. Los niños con bajos niveles de nutrición, inadecuado desarrollo cognitivo y bajos niveles de desarrollo socioemocional, tienden a tener mal desempeño escolar, mayores niveles de desempleo, menores salarios, son más propensos al embarazo adolescente y al uso de drogas”.
El programa ‘De Cero a Siempre’ ha servido de modelo para la ejecución de políticas de atención a la primera infancia en otros países de Latinoamérica. Desde el 2012, en Uruguay se implementa la estrategia ‘Uruguay crece contigo’, la cual busca garantizar los cuidados y los derechos de los niños en los primeros años de vida.
“Es un programa de potencialización y prevención con el que buscamos que los niños no tengan enfermedades crónicas y, a futuro, se transformen en adultos con herramientas que le sirvan en el mundo productivo. En dos años, hemos logrado intervenir 1419 niños y 690 mujeres en embarazo”, aseguró Cristina Lustemberg, coordinadora del proyecto.
Lustemberg, que es pediatra, señaló que “no basta con entregar materiales educativos, suplementos alimenticios o construir infraestructura para albergar niños. Hay que garantizar la calidad de la educación, la salud y la nutrición tanto de los niños como de sus familias”.
No obstante, Beatriz Linares, directora de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema, Anspe, dijo que “esta política tiene que ir dirigida a las familias más pobres de Colombia. En el Valle se cree en este proyecto, porque saben que hay que fortalecer a esta población vulnerable. Hay que trabajar en el entorno familiar, en los barrios, en las instituciones educativas; no es suficiente darle comida a los niños, hay que garantizar que no los golpeen y asegurar que su cuidado sea óptimo”.
Respecto a un eventual escenario de posconflicto, Alarcón remarcó que “el Valle tiene que empezar a prepararse para poder trabajar los temas de primera infancia y articularlos con procesos de paz que se adapten a las condiciones que se presentan en el departamento”.
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