Gran parte de la preocupación que genera la hipertensión arterial en los profesionales de la salud se debe a que esta es una enfermedad asintomática, no en vano es catalogada como una ‘asesina silenciosa’.
En Colombia y el mundo, cuatro de cada diez adultos la sufren, proporción que aumenta con la edad: mientras en el grupo de personas de 20 a 40 años se puede hallar hipertensión arterial en el 10% de ellos, de los 50 a 60 años esta proporción se incrementa al 50%, así lo revelan datos del Ministerio de Salud.
Al respecto, Lucas Córdoba González, médico general de la Fundación Universitaria San Martín y pediatra de la Universidad Nacional, indica que “la enfermedad es generalmente asintomática. Ocasionalmente puede generar cefalea o lipotimias u otros síntomas vagos, por lo que es necesario realizar una buena historia clínica y un examen físico juicioso durante la consulta, con una técnica adecuada al tomar la presión arterial.
Es importante resaltar que desde el nacimiento se deben empezar a generar chequeos y según los antecedentes orientar su periodicidad, de modo que se pueda descartar la hipertensión arterial, para que, en caso de descubrirla, se puedan empezar las intervenciones médicas necesarias y oportunas”.
Causa de infartos
En el grupo de las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de muerte y enfermedad en todo el mundo, en particular, es causa de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera, vasculopatía periférica e insuficiencia cardiaca. Este riesgo se ve incrementado si la enfermedad coexiste con otras, en especial con la diabetes.
Otro punto que resulta conveniente aclarar, es que este padecimiento puede ser generado por múltiples factores y depende de la edad en que se desarrolle. Entre las causas más comunes evidenciadas se encuentran cardiopatías congénitas, enfermedad renal, alto consumo de sodio en la dieta, diabetes, intoxicaciones, enfermedades metabólicas no diagnosticadas ni tratadas, obesidad, sedentarismo y adicción al tabaco.
Buenos hábitos
Se deben implementar hábitos saludables para prevenir la enfermedad y controlarla cuando es diagnosticada. Una de las primeras recomendaciones es realizar actividad física mínimo 30 a 60 minutos al día de ejercicio aeróbico.
Otra –principal- es tener una alimentación balanceada que incluya los diferentes grupos nutricionales, aumentando el consumo de frutas y verduras (preferiblemente en ensaladas), con bajo contenido de sodio (sal), sin comidas procesadas o industrializadas. Se aconseja mantener un peso adecuado, con Índice de Masa Corporal (<28 kg/m2) en adultos y en niños según su desviación estándar (<+2).
El consumo de agua mejora los procesos metabólicos en todos los niveles corporales, manteniendo la volemia y la homeostasis, lo cual mejora la funcionalidad cardiaca. Hay que tener claro que el consumo de el líquido sin estilos de vida saludable, no reducirá el riesgo cardiaco.
Durante el embarazo
La hipertensión arterial es una de las principales causas de muerte materna. Durante la gestación puede estar asociada a un cuadro clínico llamado preeclampsia, su síntoma principal es la presión alta y es una complicación muy peligrosa, por lo que debe diagnosticarse y tratarse tempranamente, ya que en casos severos pone en peligro la vida del bebé y de la madre.
El Dr. Córdoba comentó que cuando existen antecedentes familiares de hipertensión arterial se deben tomar precauciones y hacer monitoreo constante, poniendo mucha atención en aquellas enfermedades que pueden fomentarla o producirla.
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