La venta de medicamentos cada vez es más frecuente en los buses y busetas de servicio intermunicipal y público de la ciudad, así como en las calles. Quienes venden estos productos, a menudo deben aprenderse un extenso parlamento con el que pretenden convencer a los clientes potenciales de la efectividad de lo que ofrecen, pero sobretodo de lo económico que resulta comprárselos a ellos y no dirigirse a una costosa droguería.
Entre los productos para la salud que usualmente promocionan con la ayuda de fotografías y testimonios milagrosos, se encuentran ungüentos cutáneos, suplementos vitamínicos, purgantes, crema para los golpes y hasta tratamientos para el colon. La libertad de las personas para vender este tipo de productos no es cuestionada pues es su medio de subsistencia, sin embargo, es bueno preguntarse hasta qué punto estos medicamentos pueden ser comercializados de forma callejera, teniendo en cuenta la exposición a la que se someten los clientes que llevan a casa el producto y lo consumen.
El Instituto Nacional de Vigilancia de medicamentos y Alimentos INVIMA, en su portal de internet establece los parámetros a tener en cuenta a la hora de comprar medicamentos:
- El medicamento debe adquirirse en un establecimiento confiable.
- El producto debe estar sin alteraciones, es decir que la etiqueta o el empaque no presente abolladuras o señas de haber sido abierto.
- En el caso de que el medicamento esté restringido bajo fórmula médica , éste debe coincidir con lo prescrito por el profesional de la salud.
- Por último se debe verificar que el registro sanitario esté vigente.
Recordemos que estos productos tienen como función final producir cambios en beneficio de nuestra salud, además de ser fabricados con fecha de vencimiento o caducidad, que nos indica cuándo es que estos beneficios expiran y por lo tanto no es recomendable usarlos.
Según un reporte de farmacovigilancia y farmacoseguridad del INVIMA, en 2009 el DAS informó a esta entidad que “la INTERPOL estableció que personas inescrupulosas comercializaban a través de internet medicamentos ilegales”. Es así como estas personas se convertían en proveedores masivos, afectando a miles de usuarios.
Asimismo, muchos de los medicamentos callejeros están elaborados en base a la planta o fruto de moda y es importante que tengan un número de registro INVIMA real.
Para que un medicamento tenga el registro INVIMA se debe hacer una visita a las instalaciones del lugar donde se elabora y así se verifica que los ingredientes utilizados cumplen con las normas establecidas por la ley y son aptos para el cosumo humano y su comercialización.
¿Compró un medicamento y quiere verificarlo?
Para que sepamos si el registro invima de un producto esta vigente, debemos idntificar que el número que aparece en la etiqueta coincida con el medicamento, lo cual se puede hacer a través del portal de internet www.invima.gov.co en el link “consulte el registro sanitario” ubicado en el lado izquierdo del portal.
Debemos recordar que estos productos son para mejorar nuestro estado y no para empeorarlo.
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