Sigue entrega de ayudas a afectados en La Mojana

En el departamento de Sucre han sido reportados más de 105 mil damnificados por la temporada invernal. Se requieren más ayudas para los damnificados. La gestora Social del departamento de Sucre, Ladimid Díaz de Barraza continúa su recorrido entregando ayudas a los damnificados por el invierno en la subregión de La Mojana. En esta oportunidad, la Gestora Social llegó al municipio de Guaranda y entregó ayudas a los habitantes de los corregimientos que se encuentran inundados. Las ayudas consisten en hamacas, kit de cocina, alimentos y útiles de aseo especialmente. “Sabemos que es poco lo que entregamos porque la magnitud de las necesidades de estos pobladores es mayor, pero tratamos de aportar todo lo que a nuestro alcance esté para que la tragedia que les ha ocasionado la ola invernal no sea mayor cada día”, precisó Ladimid Díaz de Barraza. Según informe del Ministerio del Interior y de Justicia a través de la Dirección de Gestión del Riesgo, en lo corrido de este año, un millón 49 mil personas han resultado afectadas por el invierno en 485 municipios de 28 departamentos del país. También 1.081 viviendas fueron destruidas por inundaciones, desbordamientos y remoción de tierra, mientras 167 mil más sufrieron averías. La zona del país que presenta mayor afectación a causa del invierno es la Región Caribe, donde departamentos como Sucre, Bolívar, Magdalena y Córdoba han reportado más de 600 mil personas afectadas. El Departamento de Bolívar es el más perjudicado del país con cerca de 244 mil afectados, seguido por Magdalena con 154 mil, Córdoba con 151 mil y Sucre con 104 mil damnificados. También se destacan departamentos con afectaciones importantes como Antioquia con 52 mil afectados, Cesar con 45 mil, Chocó con 43 mil y Atlántico con 38 mil afectados. Ante esta situación y teniendo en cuenta que el Ideam pronosticó que la actual temporada de lluvias, influenciada por el fenómeno de la niña, se mantendrá en gran parte del país, principalmente en las regiones Caribe y Andina y en los Piedemontes Llaneros y Amazónicos, la Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia hizo un llamado a los comités regionales y locales de prevención y atención de desastres de estas zonas para que mantengan activos sus planes de emergencia y contingencia ante posibles eventos. El Ministerio advierte a las autoridades y poblaciones sobre las recomendaciones para enfrentar el fenómeno de la Niña y evitar grandes afectaciones. En ese sentido para enfrentar las inundaciones: Revisar, ajustar, cambiar o limpiar los techos, canales y canaletas para evitar inundaciones en las viviendas; no construir, ni comprar, ni alquilar edificaciones en zonas tradicionalmente inundables como pueden ser algunas riberas de ríos y quebradas, sus antiguos lechos y las llanuras o valles de inundación; no desviar ni taponar caños o desagües, por el contrario, construir y proporcionar mantenimiento o desagües firmes; evitar que el lecho del río se llene de sedimentos, troncos o materiales que impidan el libre tránsito de las aguas. Si puede ser afectado por una inundación lenta guarde objetos valiosos en lugares altos para que no los vaya a cubrir el agua. Igualmente, desconecte la corriente eléctrica para evitar cortos en las tomas. Asimismo, las poblaciones deben estar enteradas del plan de emergencias establecido por el Comité de Emergencias de cada municipio. Tener previsto un lugar seguro donde puedan alojarse en caso de inundación. Hacer todos los preparativos por si necesitan abandonar sus casas por unos días durante la inundación; si observa represamientos, advierta a sus vecinos y al Comité de Emergencias de su municipio en la Alcaldía, la Defensa Civil, Cruz Roja o Servicio de Salud. Una disminución en el caudal del río puede significar que aguas arriba se está formando un represamiento, lo cual puede producir una posible inundación repentina. Los habitantes deben conocer la señal de alarma establecida por el Comité de Emergencias de sus municipios. Si éste no existe acuerde con sus vecinos un sistema con pitos o campanas que todos reconozcan para avisar en su vecindario el peligro inminente de una crecida.