Certifican las primeras fincas libres de tuberculosis bovina

La primeras fincas sucreñas libres de tuberculosis son El Encanto y La Argentina, de María Silvia Villegas Caballero; Florencia, de M Botero y Campo Bello, de Juan Manuel Gómez. Cuatro fincas en el departamento de Sucre recibieron ayer certificación como hatos libres de tuberculosis bovina, gracias a un proceso llevado por el ICA-Sucre, con la asesoría de la médico veterinaria, Laura Covo, Ganacor. Las fincas que hoy se encuentran sin las amenazas de esta enfermedad son El Encanto y La Argentina, en Sincelejo, de propiedad de María Silvia Villegas Caballero; Florencia, en San Onofre, de M Botero y Campo Bello, en San Benito Abad, de Juan Manuel Gómez. La certificación de estas cuatro fincas se dio tras desarrollado un arduo proceso de exámenes, vigilancia y control, solicitado por sus propietarios al Instituto Colombiano Agropecuario, ICA-Sucre, en aplicación de la Resolución 1513, de julio de 2004. Así lo dio a conocer el director regional del ICA, Iván Sierra Martínez, quien al mismo tiempo dio a conocer que el hato Florencia, en San Onofre de M Botero, igualmente fue declarado contra la enfermedad de la brucelosis bovina. “De la misma forma, previamente libres de la enfermedad de la brucelosis se encuentran otras tres fincas, en acatamiento a la Resolución 1192 de abril de 2008, por la cual se establecen medidas sanitarias y la erradicación de este mal”, informó Sierra Martínez. Previamente certificadas contra la brucelosis se hallan La Molinera, en el municipio de Sincelejo, y Palermo en la localidad de Toluviejo, del ganadero Gustavo Vergara De Vivero, así como la finca El Encanto, de María Silvia Villegas Caballero. En el departamento de Sucre existen alrededor de 120 fincas libres de brucelosis, siendo la más reciente en certificarse contra este mal, el hato llamado Florencia, ubicada en el municipio de San Onofre, propiedad de la empresa M. Botero. De acuerdo con Jair Ordosgoitia, funcionario de ICA-Sucre, que coordina el proceso de certificación, ninguna nación podrá dominar la tuberculosis humana mientras permita que la enfermedad exista en el ganado. “Esta es una enfermedad infectocontagiosa que tiende a evolucionar de manera crónica en el bovino, el hombre y otros animales domésticos y silvestres”, explicó Jair Ordosgoitia. Este mal afecta especialmente los aparatos respiratorio y digestivo y se caracteriza por el desarrollo progresivo de lesiones llamadas granulomas o tubérculos, siendo su causa una bacteria que tiene como reservorios al ganado. La enfermedad puede ingresar a un hato a través de animales que aparentemente se ven sanos, por el contacto de animales sanos con ejemplares infectados en ferias, exposiciones, remates u otros eventos de concentración de ganado. María Silvia Villegas Caballero, propietaria de varias de las fincas declaradas libre de tuberculosis, expresó su satisfacción al recibir los avales de sus hatos e invitó a todos los ganaderos del departamento a emprender el respectivo proceso de certificación ante el ICA-Sucre.