La papa y el arroz, dos de los productos que hacen parte del menú cotidiano de los colombianos, empiezan a prender las alarmas por los brotes especulativos derivados de la temporada seca de comienzos de año. Los pronósticos para este 2010 apuntan a la presión que sobre la inflación ejercerán los precios de los alimentos, pues con el 28,21 por ciento es el segundo grupo que más pesa dentro de la canasta familiar, después de vivienda. No obstante, el presidente de la Federación Nacional de Arroceros, Rafael Hernández, dijo que los precios del grano se mantendrán estables durante los primeros meses del año, pese al comportamiento del clima. "Los rendimientos de la cosecha que se está recogiendo se han reducido un 20 por ciento. Si el clima sigue seco, de pronto se pueden disminuir las áreas sembradas", agregó. Sin embargo, las heladas han afectado principalmente a Cundinamarca y Boyacá, departamentos altamente productores de papa, motivo por el cual los consumidores se empiezan a preparar para la "trepada" del precio. Aunque se garantiza que durante todo el año habrá producción para atender la demanda, el presidente de Fedepapa, Augusto del Valle, augura que los niveles de afectación pueden aumentar con el paso de los días. "El precio por motivo del verano lo encontrarán en los primeros meses del año por encima del que se registraron en el 2009, cuando los productos del sector agropecuario se vendieron a precios muy bajos y se lucró el consumidor", explicó. Agregó que el intenso verano de este año ha sido mucho más drástico que el del año pasado y que quienes se arriesgaron a cultivar, a pesar de los pronósticos del Ideam para esta temporada, no podrán hacer nada para evitar las pérdidas. Para el presidente de la SAC, Rafael Mejía, uno de los productos que debería bajar de precio al consumidor es la carne con el fin de trasladar el menor valor que se paga al productor. INVENTARIOS DE ARROZ SUPERIORES A LO NORMAL El país terminó el 2009 con un inventario de cerca de 570.000 toneladas de arroz cáscara, que es superior a lo que tradicionalmente se venía registrando, razón por la cual los arroceros garantizan el abastecimiento de la demanda nacional por lo menos durante dos meses y medio, según cálculos de Fedearroz. Sin embargo, el clima puede afectar la producción del grano hacia junio o julio en caso de que persista la temporada seca y disminuya el área sembrada con lo que se generaría un incremento en el precio del arroz cuyo efecto al consumidor se daría durante el segundo semestre del año.
Económica
Hay estabilidad en precios del arroz
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